El método SMART: qué es y cómo utilizarlo

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El establecimiento de objetivos al comienzo de un proyecto aumenta las probabilidades de éxito del mismo. En este sentido, el método SMART es una herramienta de gran ayuda en el mundo del ahorro al reunir metas totalmente definidas.

En pocas palabras
  • El método SMART define los objetivos de un proyecto conforme a cinco puntos para que este tenga éxito. Así pues, las metas deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y estar sujetas a un plazo concreto.
  • La metodología SMART también puede ser aplicada para conseguir nuestros objetivos de ahorro. Esta estrategia junto con otra como el método de las 52 semanas nos asegurará resultados satisfactorios a la hora de ahorrar.
  • Hay que definir exactamente la cantidad de dinero objetivo. Esto dependerá, por supuesto, de cuál sea nuestro objetivo final: irnos de viaje, pagar deudas, comprar un coche nuevo, etc.
  • El método Kakebo también nos puede ser útil para realizar este seguimiento financiero y hacer que la metodología SMART sea efectiva. Complementa el método SMART con un depósito a plazo fijo o una cuenta de ahorro para sacar más partido a tus ahorros.

¿Qué es el método SMART?

El método SMART es un sistema de gestión de objetivos que nos permitirá marcar metas de manera inteligente (tal como su nombre indica),  para aumentar las posibilidades de éxito de un proyecto.

Así pues, el método SMART define los objetivos y cómo deberían ser los mismos mediante el uso de 5 criterios que se corresponden con el acrónimo de este sistema “SMART”: específicos, medibles, alcanzables, relevantes y sujetos a un plazo de tiempo. 

De igual manera, seremos capaces no solo de visualizar y centrarnos en alcanzar un objetivo concreto, sino de definir una estrategia específica, con unos plazos determinados para la consecución de esa meta, su seguimiento y su control.

¿Para qué se usa la metodología SMART?

Como indicamos con anterioridad, este sistema de gestión nos ayuda a la correcta definición, ejecución, seguimiento y consecución de un proyecto dado mediante el correcto establecimiento de unos objetivos.

El fracaso o el éxito de un proyecto dependerá en muchos casos de cómo esté planteado, ya que si este planteamiento es ambiguo, irreal o sin unos límites temporales bien definidos, se correrá el riesgo de no llegar a su cumplimiento.

Para ello, el método SMART delimita de una manera muy concreta cómo esbozar los propósitos de nuestro proyecto con la finalidad de aumentar las probabilidades de éxito. Como en cualquier otro proyecto, podemos utilizar la metodología SMART para establecer objetivos de ahorro.

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¿Cómo utilizar el método SMART para cumplir objetivos?

Las siglas en inglés de la metodología SMART nos dan una pista de cómo deberían ser las metas, y en concreto, responden las siguientes preguntas:

  • S: Specific (Específico) ¿Cuál es tu objetivo?

La ambigüedad no ayuda al cumplimiento de un proyecto. Por este motivo, el objetivo debe ser claro, conciso y concreto. En este caso, poniendo como ejemplo el ahorro de dinero, la meta no debería ser simplemente tratar de ahorrar, sino intentar conseguir la cantidad monetaria necesaria para cumplir otro objetivo como comprar una caravana o crear un fondo de emergencia.

Este hecho nos ayudará a visualizar nuestra meta más claramente. Sobre todo, para encontrar una mayor motivación y fuerza de voluntad.

  • M: Measurable (Medible) ¿Cómo se mide tu objetivo?

Acorde con el método SMART, debemos establecer un objetivo que sea cuantificable o medible

Siguiendo con el ejemplo anterior, deberíamos marcarnos tanto una meta mensual como una meta final. Es decir, ahorrar cierta cantidad de dinero cada mes con la finalidad de alcanzar nuestro objetivo final.

Por otro lado, también podemos proponernos submetas que nos vayan indicando si estamos más cerca de alcanzar nuestro propósito. Además, nos motivarán a medida que nos aproximemos al mismo.

  • A: Achievable (Alcanzable) ¿Es realista tu objetivo?

Si el fin que estamos persiguiendo se sitúa fuera de nuestras capacidades, perderemos toda la motivación pronto. En este sentido, es necesario ser ambiciosos, pero a la vez también ser realistas, tal como afirma la metodología SMART. Por este motivo, hemos de ser honestos con nosotros mismos y pensar que los objetivos que establezcamos deben de ser realistas.

Igualmente, deberíamos establecer una tasa de ahorro mensual acorde con nuestros ingresos. Por ejemplo, si nuestros ingresos son 2000 euros mensuales y nuestros gastos son 1600 euros mensuales, podríamos intentar alcanzar una tasa de ahorro de 350 a 400 euros al mes. 

Por el contrario, si descubrimos que somos capaces de conseguir mayores metas de las que creíamos en un principio, siempre podemos ser más ambiciosos a posteriori.

  • R: Relevant (Relevante) ¿Es lo suficientemente importante tu objetivo?

El método SMART nos exige que los fines que persigamos sean significativos, es decir, que realmente se trate de un objetivo relevante para nosotros. Debe haber una razón de peso que nos mueva a alcanzar la meta propuesta. 

En el caso de los ahorros tenemos que reflexionar qué nos empuja a querer reservar ese dinero: la educación de nuestros hijos, un fondo de jubilación, un futuro proyecto empresarial… Sea lo que sea ha de ser lo suficientemente significativo para desear continuar ahorrando.

  • T: Timely (Temporal) ¿Qué plazo tienes para lograr tu objetivo?

Como cualquier proyecto serio, el método SMART indica que es necesario fijar una fecha para la consecución del propósito marcado. Así pues, si tenemos un plazo determinado para lograr nuestra meta, dispondremos de la motivación necesaria para trabajar seriamente para conseguir tal cometido. En el caso contrario seremos susceptibles de posponer ad finitum el final del proyecto con el riesgo de que nunca lo terminemos.

De este modo, si lo que perseguimos es acumular cierto monto de dinero, deberemos calcular el plazo en el que podemos alcanzar nuestro propósito. Por supuesto, y tal como hemos mencionado anteriormente, este hecho dependerá también de nuestra tasa de ahorro mensual.

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Cómo adaptar el método SMART al ahorro

Ahorrar dinero es como otro proyecto cualquiera; requiere esfuerzo, dedicación y de una estrategia para conseguirlo. Por lo tanto, podemos aplicar la metodología SMART, junto con otras técnicas de ahorro como la Kakebo o la de las 52 semanas para cumplir satisfactoriamente con nuestra meta. De igual forma, es posible ajustar los diferentes puntos de la técnica SMART:

¿Cuánto necesitamos ahorrar? 

Hay que definir exactamente la cantidad de dinero objetivo. Esto dependerá, por supuesto, de cuál sea nuestro objetivo final: irnos de viaje, pagar deudas, comprar un coche nuevo, etc.

¿Cómo vamos a hacer seguimiento del dinero ahorrado? 

Tenemos que ser capaces de medir el cumplimiento de la meta de ahorro. Por lo tanto, hemos de marcarnos no solo un objetivo final, si no cómo vamos a llegar hasta él. 

De este modo, hemos de hacer un seguimiento pormenorizado semanal, mensual y anual de nuestros ingresos y gastos y de la cuantía que reservamos para el ahorro. El método Kakebo, nos puede ser útil para realizar este seguimiento financiero y hacer que la metodología SMART sea efectiva.

¿Es realista nuestra meta de ahorro? 

El monto a ahorrar debe ser realista conforme a nuestra capacidad financiera actual. Para ello, debemos realizar un análisis en detalle de nuestros gastos e ingresos y comprobar cuánto dinero somos capaces de ahorrar.

¿Para qué ahorramos? 

Este punto se corresponde con la relevancia dentro del método SMART. El motivo por el que guardamos el dinero debe ser lo suficientemente importante para nosotros como para merecer el esfuerzo. 

Reducir gastos es una carrera de fondo que se corre todos los días, ya que hemos de luchar por evitar caer en gastos innecesarios. Por ello, si tenemos un objetivo definido nos será más fácil efectuar los sacrificios necesarios.

¿Cuánto tiempo tenemos para alcanzar la cantidad de dinero que necesitamos?

Partiendo de la capacidad de ahorro que tengamos, podemos marcar una fecha límite para llegar hasta nuestra meta. Para tal efecto, podemos recurrir también al método Kakebo y comprobar periódicamente si estamos cumpliendo con los plazos establecidos con tal de alcanzar a tiempo la cantidad de dinero necesaria.

¿Qué hacer con los ahorros del método SMART?

Sin duda alguna, utilizar la metodología SMART hará que nuestra estrategia de ahorro esté fundamentada sobre una buena base y nos aproximará a la consecución de nuestros deseos. Pero además de ello, podemos contar con otras herramientas o productos que nos acerquen aún más a estas metas como ahorradores

Una excelente opción es tratar de rentabilizar el dinero acumulado sin correr riesgos. Raisin ofrece depósitos a plazo fijo y cuentas de ahorro europeas con las que podremos sacar rendimiento a nuestros ahorros para estar más próximos a nuestros propósitos. 

Además, los productos financieros disponibles en Raisin están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos, por lo que se trata de productos de bajo riesgo. Complementa el método SMART con un depósito o una cuenta de ahorro y sitúate más cerca de cumplir tus objetivos.