Aprende dónde invertir tu dinero

Razones para invertir tu dinero

Antes de plantearte invertir tu dinero debes estar seguro de que lo quieres hacer. Todo aquel que toma esta decisión lo hace por un motivo. ¿Cuál es tu razón para invertir?

Incrementar los ahorros:

Invertir tu dinero te permitirá hacerlo crecer. La mayoría de los productos de inversión, como depósitos a plazo, cuentas de ahorro, bonos o acciones, ofrecen retornos a largo plazo. Este retorno permite acumular más ahorros creando riqueza con el tiempo.

Ahorrar para la jubilación:

Mientras trabajas, debes ahorrar para la jubilación. Una de las mejores maneras de hacerlo es invertir en acciones, bonos, fondos mutuos, bienes raíces, negocios, joyas o destinar el dinero a depósitos a plazo o fondos de inversión. Y una vez llegue el momento de retirarte, podrás beneficiarte de los fondos obtenidos de estas inversiones si invertiste con cabeza.

Obtener alta rentabilidad:

Para hacer crecer el dinero, debes colocarlo en un lugar donde puedas obtener una alta tasa de rendimiento. Cuanto mayor sea la tasa de rendimiento, más dinero ganarás. Los productos de inversión tienden a ofrecer la oportunidad de obtener tasas de rendimiento más altas que las cuentas de ahorro. Por lo tanto, si deseas tener la oportunidad de obtener un mayor rendimiento de tu dinero, deberás explorar la posibilidad de invertirlo.

Qué tener en cuenta para invertir

Una vez has decidido que quieres invertir tu dinero, deberás tener en cuenta una serie de variables antes de decantarte por un producto financiero u otro.

¿Cuánto quieres invertir?

Tener en cuenta el capital del que disponer para invertir es esencial a la hora de poder calcular la rentabilidad que podrías obtener en primera instancia.  Para ello deberás tener en cuenta el capital del que dispones, cuáles son tus gastos más habituales y cuáles son tus ahorros disponibles. En función de todas esas variables deberás decidir qué margen de capital tienes para invertir. Por ejemplo, los inversores principiantes o que quieran asegurar bien sus ahorros deciden optar por destinar grandes sumas de dinero a depósitos bancarios, donde disponen de buena rentabilidad para sus ganancias.

Retorno de la inversión

Una vez tengas claro qué capital vas a invertir, hay que valorar la flexibilidad de la que dispones para recuperar el capital. Cuanto más tiempo lo dejes, por ejemplo, en un depósito bancario a plazo fijo, más intereses percibirás por tu dinero, por lo que el retorno de la inversión será mayor. Muchos inversores lo que hacen es destinar a este tipo de productos financieros el capital que consideran que es ‘prescindible’ por lo que no se sienten excesivamente preocupados por el tiempo que pase hasta poder volver a recuperar sus fondos.

Objetivos de la inversión

Cuando uno se decide a invertir, debe tener claro desde un principio el motivo por el que lo hace. Habitualmente el principal objetivo para invertir es hacer crecer el dinero. Sin embargo, no hay que quedarse ahí, se recomienda ir más allá y plantearse objetivos más concretos como el dinero que se pretende conseguir, el destino de dichos fondos y los plazos concretos para conseguirlo.

¿Qué riesgo estás dispuesto a correr?

No hay inversión sin algo de riesgo. En economía existe una máxima que dice: a mayor riesgo, mayores son los beneficios que se obtienen. Aunque siguiendo ese caso también existe la posibilidad de que la inversión no termine de reportar los beneficios que se habían planteado en un primer momento. ¿Has pensado en el riesgo que quieres tomar al invertir tu dinero?

Dónde invertir tu dinero

El destino de la inversión de tus ahorros dependerá mucho del tipo de inversor que seas. Por ejemplo, si eres un inversor moderado, como la mayor parte de los ahorradores de toda la vida, tu capacidad para asumir las pérdidas serán baja, por lo que lo más apropiado será realizar inversiones con un mínimo riesgo, como las cuentas de ahorro y los depósitos bancarios.

  • Invertir a corto plazo en una cuenta de ahorros. Muchos inversores buscan productos de bajo riesgo, donde el dinero esté seguro y garantizado y que aun así les aporte rentabilidad. Una de las mejores opciones en estos casos consiste en invertir en una cuenta de ahorros. Entre las ventajas de invertir en una cuenta de ahorros es que el dinero siempre está disponible para retirarlo cuando quieras. Los ahorros generan intereses desde el primer día.

En muchas de estas cuentas requieren una inversión mínima de 5.000 euros y están disponibles sin comisiones, por lo que no hay que pagar nada por contratarla. La rentabilidad es algo menor que al contratar otros productos financieros, de hecho, actualmente en bancos como BRAbank ofrecen altas rentabilidades a aquellos clientes que se inclinen por abrir una cuenta de ahorros en este banco. Además, mediante la comparativa de los bancos colaboradores de Raisin se puede descubrir de una manera fácil y rápida qué bancos europeos ofrecen unas condiciones más ventajosas al abrir una cuenta de este tipo en ellos.

  • Los depósitos bancarios, para invertir a medio o largo plazo. Otra de las opciones más atractivas que existen para invertir tu dinero son los depósitos bancarios. Los depósitos a plazo son un producto bancario en el que el cliente entrega una cantidad de dinero al banco durante un período de tiempo determinado y a unos intereses previamente pactados, de forma que el cliente puede calcular de antemano cuánto dinero va a tener de vuelta una vez haya finalizado el periodo de vida del depósito.

El temor a la llegada de una nueva crisis económica ha hecho que las familias españolas eleven sus depósitos en un año en casi 45.000 millones de euros, detallan desde ABC. Actualmente, la mejor opción de inversión es abrirse un depósito bancario en una entidad financiera de la Unión Europea, que es donde hoy en día se están ofreciendo las mejores rentabilidades para este tipo de inversiones.

  • Invertir en bolsa. La inversión en bolsa es conocida por su alto rendimiento y los beneficios que genera, pero también por su complejidad y riesgo. La rentabilidad de invertir en bolsa suele ser a largo plazo. La compra de acciones se suele llevar a cabo a través de un broker, que hace de intermediario en la compra de estas. Sin embargo, antes de tomar cualquier decisión es preciso estudiar muy bien la situación de la empresa en la que se quiere invertir, así como las posibles fluctuaciones del mercado.
  • Planes de pensiones. Otra opción de invertir el capital es hacerlo en un plan de pensiones. Son carteras formadas por los fondos de inversión. Entre sus particularidades destaca que el dinero que se invierte en este tipo de planes estará retenido ahí hasta que pasen 10 años o se cumplan condiciones como que el inversor se jubile, esté en paro de larga duración, tenga una incapacidad laboral, enfermedad grave, situaciones de dependencia o haya fallecido, por lo que ese importe podrá recuperarlo su familia. Esta opción siempre se puede combinar con otras como los depósitos bancarios, donde puedes disponer de tu dinero cuando desees.
  • Otra opción: los fondos de inversión. Por otro lado, hay quien diversifica su capital a través de fondos de inversión. Los fondos de inversión son instrumentos financieros de inversión que reúnen el capital de una gran cantidad de personas para que una entidad externa se encargue de gestionarlo e invertirlo. Esta opción financiera funciona de manera que pagas a un gestor por que se ocupe de estudiar qué empresas son las más adecuadas para invertir en ellas.
  • Comprar divisas. Adquirir divisas con la esperanza de que su valor en el mercado cambie es otra forma de invertir el dinero. El único contra de este tipo de inversión es que requieren mucho tiempo para obtener una gran rentabilidad. Un ejemplo de este tipo de práctica sería comprar dólares estadounidenses con euros y si con el paso del tiempo aumenta el valor del dólar americano respecto al euro, el inversor ganaría dinero.

 

Sea cual sea la opción que decidas para invertir tu dinero, la clave de una buena inversión está en diversificar. Una cartera bien diversificada en la que, por ejemplo, el 85% de los activos que se poseen se encuentran invertidos en productos financieros de nulo o bajo riesgo, como las cuentas de ahorro o los depósitos bancarios, y cuyos fondos restantes, esto es, un 15% del capital está en activos de renta variable.

Al haber invertido la mayoría de los ahorros en activos de bajo riesgo, será una parte importante de tu inversión, ya que aportará más seguridad y estabilidad a las finanzas invertidas. Por otro lado, aquellos fondos que hayas destinado a productos o decisiones financieras de mayor riesgo y más volatibilidad serán los que traten de elevar la rentabilidad de tu cartera. Pero al tratarse de un porcentaje reducido de los ahorros invertidos, no correrás excesivos riesgos, de manera que el rendimiento global de tu inversión estará bien controlado.