¿Cuándo desaparecerá el dinero en efectivo en España?

En los próximos años y décadas, todo apunta a que el dinero en efectivo será historia. Las nuevas tecnologías y plataformas de pago, unido a la voluntad de los principales países de acabar con el fraude, está acelerando este proceso. Un nuevo modelo que ya es una realidad en algunos países.

Pero, ¿qué pasará en España? ¿Cuándo desaparecerá el dinero en efectivo en nuestro país? Aunque esta pregunta no tiene una respuesta fácil ni directa, lo cierto es que ya se están sentando las bases para poner fin al efectivo. Un nuevo paradigma acelerado por la crisis sanitaria.

La regulación actual y futura sobre límites de pagos en efectivo

La actual regulación ha reducido de forma notable el límite máximo de efectivo para realizar pagos. En concreto, el artículo 7 de la Ley 7/2012, de 29 de octubre, de modificación de la normativa tributaria y presupuestaria y de adecuación de la normativa financiera para la intensificación de las actuaciones en la prevención y lucha contra el fraude establece un máximo de 2.500 euros o su contravalor en moneda extranjera.

No obstante, esta regla general tiene alguna excepción. En concreto, este límite se incrementa hasta los 15.000 euros cuando el pagador sea una persona física que justifique que no tiene su domicilio fiscal en España y no actúe en calidad de empresario o profesional.

No obstante, desde hace unos meses, el Gobierno está trabajando en un proyecto de ley en la lucha contra el fraude fiscal en el que se contempla prohibir el pago en efectivo de más de 1.000 euros en las operaciones que realicen entre profesionales y empresarios. Y se especula con que este importe afecte también a los pagos entre empresarios y particulares.

El futuro ya es digital en muchos países, también en nuestra gestión con el dinero

Los consumidores prefieren el pago digital. La pandemia ha acelerado este proceso hacia una transición al dinero electrónico, que desplazará de manera progresiva al efectivo. Una impresionante evolución que ya se deja notar en algunos países como Estados Unidos, China y, en general, en toda la Unión Europea.

Sin ir más lejos, en Suecia, al que se le considera un país pionero en acabar con el dinero en efectivo, el 95% de las compras al por menor se hace ya sin efectivo y muchas sucursales bancarias no aceptan ni ofrecen billetes y monedas. Dinamarca, por su parte, se ha atrevido a dar un plazo de diez años, hasta 2030, cuando se prevé que sus ciudadanos puedan vivir sin guardar monedas y billetes en sus bolsillos.

Aún falta mucho para ello y, por supuesto, esta transición exige una infraestructura que garantice la integridad y seguridad en los pagos. Pero todo hace indicar que en un periodo de diez años o menos, la sociedad sin efectivo sea una realidad.

¿Y en España?

España se encuentra ligeramente rezagada con respecto al resto de países de nuestro entorno, siendo el país de Europa con un mayor índice de uso de efectivo, ya que alcanza el 83% de todas las operaciones, frente al 73% de la Unión Europea, según datos del Banco Central Europeo. Eso sí, este porcentaje se ha reducido cuatro puntos respecto a 2016, cuando el 87% de las operaciones se pagaban en efectivo.

España también se encuentra a la cabeza en relación con el valor total de las compras realizadas en efectivo. En concreto, el 66% de las mismas se realizaron en billetes y monedas, frente al 48% de la media de la Unión Europea.

La crisis de la covid-19 ha aumentado el número de pagos realizados con medios de pago alternativos al efectivo. El miedo al contagio por la manipulación de los billetes y las monedas ha aumentado el uso de los pagos contactless, que se incrementaron de manera espectacular durante el confinamiento.

El pago con tarjeta y el pago con el móvil aumentó de forma notable en 2020 y un consecuente descenso drástico en el uso del efectivo. Según la consultora Capgemini, el 47% de los españoles afirmó haber incrementado el uso de los medios de pago digitales en 2020 y que el 48% lo seguirá haciendo en los próximos 6 a 9 meses.

Se trata de un paso adelante hacia el final del dinero en efectivo, también en España. A ello contribuirá la próxima aprobación de la ley de prevención del fraude fiscal y el uso cada vez mayor de las nuevas plataformas de pago digitales, donde las fintechs y otras plataformas tienen una gran importancia.