Guía definitiva para invertir dinero en 2023

Inicio › Inversión

Las opciones dónde invertir nuestro dinero se han multiplicado en los últimos años y están al alcance de cualquiera con un mínimo capital y una conexión a internet. Lo más complicado hoy en día es conseguir una alta rentabilidad. Para ello, mostramos diferentes alternativas de inversión y cómo decirse por la más adecuada para nosotros.

En pocas palabras
  • La inversión supone renunciar al uso de ciertos recursos en el presente para obtener una rentabilidad futura mediante la compra de activos. No obstante, cualquier operación de inversión está sujeta a riesgo, por mínimo que sea.
  • Una de las principales razones para invertir nuestro dinero es mantener o incrementar el valor de nuestros ahorros a lo largo del tiempo, ya que este se puede ver mermado debido a la inflación.
  • Para empezar a invertir deberemos tener en cuenta diversos aspectos como la cantidad, el plazo o el riesgo que estamos dispuestos a asumir.
  • Con tal de elegir dónde invertir nuestro dinero, prestaremos atención a diferentes características de los activos financieros a nuestra disposición: riesgo, liquidez, rentabilidad, volatilidad o comisiones asociadas.

¿Qué significa invertir dinero?

Ser financieramente responsable no se trata tan solo de equilibrar nuestros ingresos y gastos, hacer frente a nuestras obligaciones de pago o reservar dinero para futuras eventualidades. Y es que ser responsable de nuestras propias finanzas, también se trata de hacer que nuestros ahorros crezcan, no solo con nuestras aportaciones, sino rentabilizándolos. 

Para tal cometido, hemos de invertir nuestro dinero en pos de conseguir sacar un rendimiento del mismo. En otras palabras, no basta con ahorrar, es asimismo necesario saber dónde invertir el dinero.

¿Pero entonces cuál es la diferencia entre ahorro e inversión? El ahorro supone guardar parte de nuestros recursos presentes para utilizarlos en el futuro, pudiendo disponer de ellos en casi cualquier momento. Se considera que es una manera segura y líquida de reservar nuestros ahorros, aunque tiene sus desventajas como veremos más adelante.

Por otra parte, con la inversión de dinero renunciamos al uso presente de nuestros ahorros, normalmente mediante la compra de un activo. A cambio, en el futuro podremos recibir una rentabilidad, que puede ser conocida o desconocida de antemano y que dependerá de diversos factores dependiendo del activo adquirido. La inversión se considera, por tanto, menos líquida y segura que el ahorro.

Razones para invertir nuestro dinero

Aunque se pueda pensar que tener nuestros ahorros en una cuenta corriente es la manera más segura de conservarlos, nada más lejos de la realidad, ya que la cantidad que tengamos depositada va perdiendo valor cada día que pasa. Y es que, a pesar de que los depósitos a la vista, mejor conocidos como cuentas corrientes, puedan otorgarnos cierta rentabilidad, esta es casi nula, en concreto un 0,03% de media en la actualidad.

Este hecho, unido al alza generalizada de los precios, fenómeno conocido como inflación, hace que nuestros ahorros pierdan valor con el tiempo. En otras palabras, con una cantidad monetaria determinada a día de hoy seremos capaces de comprar menos bienes y servicios en el futuro. Además, este efecto se acentúa generalmente cuanto más al futuro nos traslademos.

Una de las soluciones a este problema de pérdida de valor de los ahorros que generamos hoy es la inversión. En este sentido, si elegimos de manera correcta dónde invertir nuestro dinero, lograremos que el valor deflactado (descontando la inflación) de nuestros ahorros crezca o se mantenga con el tiempo.

El problema de la pérdida de valor real de nuestros ahorros queda aún más patente en el contexto actual. A la vista están dados los últimos datos de inflación inéditos en décadas que alcanzan casi los dos dígitos.

¿Qué tener en cuenta para saber cómo invertir dinero?

A la hora de invertir dinero tenemos que partir de varias consideraciones previas, con tal de elegir el activo financiero que más nos convenga. 

  • En primer lugar, cabe destacar que si bien existen productos financieros de bajo riesgo, no existe ninguno en el cual el riesgo se reduzca a 0. Esta contingencia hace que estemos expuestos a perder parte de nuestros ahorros.
  • Por esta razón, antes de decidir en qué invertir nuestro dinero, deberemos asegurarnos de que podemos prescindir de ese dinero totalmente, tanto presente como en el futuro. Así pues, es necesario contar con un fondo de emergencia para afrontar desembolsos inesperados y de elevado importe sin tener que recurrir al endeudamiento.
  • Asimismo, cabe señalar que, al contrario de lo que mucha gente piensa, no es necesaria una alta suma de dinero para empezar a invertir dinero. De hecho, en el mercado existen productos financieros aptos para todos los bolsillos, tan solo tenemos que encontrar el que mejor se adecue a nuestro perfil.

Riesgo, rentabilidad y liquidez

Una vez decidida la cantidad a destinar a la inversión, deberemos decidir dónde invertir ese dinero. Para ello es necesario prestar atención a las diferentes características de los productos financieros en los que estemos interesados. En especial, nos centraremos en tres particularidades: el riesgo, la rentabilidad y la liquidez.

Estos tres términos están estrechamente relacionados, especialmente el riesgo y la rentabilidad. De este modo, deberemos decidir qué cantidad de riesgo, rentabilidad y liquidez son aceptables para saber cómo invertir nuestro dinero.

  • Rentabilidad: es la recompensa en forma de intereses que recibe un inversor al renunciar a su dinero durante un periodo de tiempo específico y prestarlo a otro particular o empresa. 
  • Riesgo: este concepto en el mundo de las inversiones se puede definir como la probabilidad de que una inversión determinada tenga una rentabilidad menor de la prevista, incluso negativa.
  • Liquidez: se refiere a la velocidad y facilidad de un activo o inversión de convertirse en dinero en efectivo. Así pues, aquellos activos difícilmente convertibles en efectivo tendrán poca liquidez y viceversa.

Estas tres características de una inversión están estrechamente relacionadas con la hora de invertir dinero. En concreto, la rentabilidad está inversamente relacionada con el riesgo. En otras palabras, a mayor riesgo mayor rentabilidad esperada arrojará una inversión.

Por otro lado, la liquidez, al igual que el riesgo, afectará de manera negativa a la rentabilidad. De esta manera, entre dos inversiones que tengan el mismo riesgo, tenderá a ofrecer mayor rentabilidad aquella con menor liquidez.

El plazo

Otra de las cuestiones cruciales a la hora de decidir en qué invertir el dinero es el periodo de tiempo al que estamos dispuestos a renunciar a los fondos que vayamos a invertir. Esta decisión vendrá de nosotros mismos y de nuestra situación vital: edad, proyecto de vida, necesidad de dinero futura, etc.

  • Dónde invertir dinero a corto plazo: este tipo de inversiones tienen una duración menor a los tres años. Son adecuadas para aquellos inversores que puedan necesitar el dinero de manera urgente en cualquier momento o para aquellos que estén decidiendo cómo invertir su dinero a largo plazo. Por consiguiente, en este caso nos decantamos por activos líquidos o con un vencimiento a corto plazo. Algunos productos financieros adecuados son los depósitos a plazo fijo (con una duración menor a los 2 años), las cuentas de ahorro o los fondos monetarios.
  • Dónde invertir dinero a medio plazo: este tipo de inversiones tienen sentido para aquellos individuos que saben que necesitarán el dinero en un plazo de tiempo menor a los 10 años. Por ejemplo, para comprar una segunda vivienda o acometer otro tipo de inversiones. Entre las inversiones que podemos acometer para este periodo de tiempo son depósitos a plazo fijo de mayor duración, bonos estatales o de empresa o algunos fondos de inversiones de carácter conservador.
  • Dónde invertir dinero a largo plazo: en caso de que no necesitemos el dinero o queramos poder complementar nuestra jubilación, las inversiones a largo plazo son una buena opción. Las alternativas de inversión indicadas para el largo plazo son aquellas en las que la rentabilidad no es conocida de antemano y, por este motivo, puede fluctuar en el tiempo. Al mantener la inversión durante un mayor periodo de tiempo, reducimos el riesgo de salir perdiendo dinero y el interés compuesto potenciará la rentabilidad de las inversiones. Algunos de los productos financieros aptos son las acciones o los fondos de inversión de diferentes tipos.

Otras consideraciones

La dificultad para comprender un producto financiero determinado, ya que algunos son complejos y están recomendados para los inversores más experimentados y con una mayor formación.

Por otro lado, las comisiones a la hora de abrir o cerrar operaciones son asimismo un factor importante a prestar atención, puesto que pueden mermar la rentabilidad de una inversión de manera notable.

Igualmente, hay que ser conscientes de que no es necesario poner todos nuestros recursos disponibles en una misma inversión. De hecho, una de las reglas de oro para los inversores es la diversificación de nuestra cartera de activos financieros para compensar posibles pérdidas que se den con otras ganancias y reducir la posibilidad de rentabilidad negativa.

¿Dónde podemos invertir dinero según nuestro perfil?

Tras tener decidido el plazo, la cantidad y el riesgo que estamos dispuestos a asumir, podemos pasar a ver las diferentes formas de invertir dinero y sus características. Cabe recordar que sería conveniente diversificar nuestra cartera de inversiones con activos de diversas características.

Fondos de inversión

Se trata de un vehículo de inversión que reúne las aportaciones de diversos ahorradores para adquirir una serie de activos financieros. Una de las ventajas es que ya de primeras supone una diversificación de tu inversión a mano de expertos en la materia. 

La composición de la cartera de inversiones, que es elegida por el gestor del fondo, puede variar siendo desde muy conservadora a muy arriesgada. 

Las carteras más conservadoras tendrán activos muy seguros pero poco rentables como bonos o depósitos. De la misma manera, las carteras más arriesgadas tendrán una mayor participación en mercados de renta variable como la bolsa de valores o divisas.

Fondos cotizados

Esta forma de invertir dinero también es conocida como ETF (Exchange Trade Funds). Un producto financiero hasta cierto punto similar a los fondos de inversión, ya que reúne las aportaciones de diferentes inversores, pero con la diferencia de que se puede comprar o vender de como si una acción se tratase. Por lo tanto, podremos contar con la diversificación de un fondo de inversión y la liquidez de una acción bursátil dónde invertir nuestro dinero.

En cambio, los fondos cotizados forman su cartera de activos tratando de imitar la evolución de un índice financiero determinado. Como resultado, existen una amplia variedad de ETF con diferentes riesgos y rentabilidades, y dada la gestión pasiva de su cartera de inversiones, las comisiones normalmente son bajas.

Fondos de Cobertura

También se les llama Hedge Funds o fondos de gestión libre. En esencia, son fondos de inversión, pero sujetos a menos regulaciones y más flexibles para decidir dónde invertir el dinero de los socios del fondo.

Este hecho trae aparejado que los fondos de cobertura entrañan un gran riesgo para el inversor, pero a cambio de posibles altas rentabilidades. Los Hedge Funds también precisan de una gestión muy activa por parte de sus gestores, por lo que sus comisiones suelen ser bastante altas.

Asimismo, para invertir nuestro dinero en un fondo de cobertura necesitaremos ciertos requisitos y su liquidez es menor a otros tipos de fondos, ya que no se puede recuperar el capital de manera tan sencilla.

Fondos indexados

Son fondos de inversión que tratan de replicar el comportamiento de un determinado índice financiero, como puede ser el IBEX35, el Nikkei o el Nasdaq. Para ello, su decisión de dónde invertir el dinero se basa en imitar la composición de ese índice en concreto.

Por lo tanto, la gestión en este tipo de fondos es mínima y es conocida como gestión pasiva, por lo que las comisiones son bajas y además son productos fáciles de entender.

Fondo monetario

Se trata de un tipo de fondo de inversión en el que las formas de invertir su dinero se limitan a renta fija a corto plazo, es decir, con un vencimiento menor a los 12 meses: deuda pública, bonos, pagarés, etc. Su liquidez es muy alta y su riesgo muy bajo, por lo que suele ofrecer muy bajas rentabilidades.

Depósitos a plazo fijo

Un depósito a plazo fijo, tal y como señala la plataforma europea de ahorro Raisin: “Es un producto bancario en el que el cliente de una entidad deposita una cantidad de dinero durante un plazo de tiempo determinado, a cambio de un tipo de interés fijo. También se conoce al depósito a plazo fijo como depósito bancario, imposición a plazo fijo, depósito a plazo o depósito”. 

Actualmente, los depósitos bancarios europeos cuentan con unos intereses de hasta el 2,87% TAE. Del mismo modo, esta inversión de dinero estará cubierta por el Fondo de Garantía de Depósitos hasta los 100.000 euros por cliente y banco. 

Criptomonedas

Consisten en activos totalmente digitales que funcionan mediante la tecnología blockchain, la cual garantiza la titularidad de la moneda digital de manera muy segura utilizando algoritmos. Son activos bastante recientes y entre los más conocidos encontramos el Bitcoin o el Ethereum, aunque existen ya docenas de ellos. 

Se pretende que sean una alternativa a las divisas físicas y en muchos casos escapar de la fiscalización y del control del estado, ya que no son manejadas ni respaldadas por ningún ente estatal.

Algunas de ellas “flotan” libremente y su valor está sujeto a la demanda del mercado, aunque también existen otras que intentan estar ligadas al valor de una divisa física en concreto, como el dólar o el euro. 

Se considera que son muy activos, muy arriesgados para invertir el dinero, ya que su volatilidad es normalmente muy alta y pueden perder gran parte de su valor en cuestión de horas.

Muy bueno 315 opiniones