Derivados financieros: qué son y qué características tienen

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¿Te gustaría saber qué son los derivados financieros y sus principales características? Sigue leyendo y descubre con Raisin los diferentes tipos que hay, sus ventajas e inconvenientes y mucho más.

En pocas palabras
  • Son productos financieros cuyo valor depende del valor de los activos subyacentes. Estos pueden ser, por ejemplo, acciones, índices bursátiles, materias primas o divisas. Las condiciones de los contratos están estandarizadas.
  • Existen distintos tipos de derivados financieros, aunque los más populares son los futuros, las opciones, los warrants y los CFD o contratos por diferencia.
  • Se utilizan para operaciones de cobertura, especulación y arbitraje, y se pueden negociar tanto en mercados organizados como en mercados no organizados.
  • Tienen un riesgo elevado debido al apalancamiento financiero con el que el inversor puede maximizar sus ganancias, pero también sus pérdidas. Consecuentemente, no son recomendables para inversores con alta aversión al riesgo.

¿Qué son los derivados financieros?

Los derivados financieros son instrumentos cuyo valor deriva de otros activos. Estos activos subyacentes pueden ser acciones, índices, materias primas, divisas, una cesta de acciones, tipos de interés, etc.

Son contratos a largo plazo en los que se establecen las condiciones de negociación, aunque la transacción real se haga en una fecha futura. Están sujetos al efecto del apalancamiento financiero, por tanto, el inversor puede maximizar tanto sus ganancias como sus pérdidas. Consecuentemente, se consideran productos de alto riesgo que pueden formar parte de la cartera de inversión de un inversor agresivo.

Características de los derivados financieros

Estas son las características principales de los instrumentos derivados:

  • Se pueden negociar tanto en mercados organizados como en mercados no organizados. En España, el MEEF es el mercado oficial de futuros y opciones financieras donde se negocian algunos derivados de renta fija (Bono 10) y de acciones.
  • Las condiciones de los contratos (el importe nominal, el activo subyacente y la fecha de vencimiento) están estandarizadas. Una vez firmado el contrato, el inversor no podrá cambiarlas.
  • Debido al efecto del apalancamiento, son productos financieros complejos y de alto riesgo. Como su valor depende de un activo subyacente, estos productos pueden tener cambios significativos a corto plazo.
  • No hay que esperar a cumplir la fecha de vencimiento, el inversor puede comprar o vender en cualquier momento de la sesión de negociación. Esto hace que sean instrumentos líquidos.

¿Qué tipos de derivados financieros existen?

Hay diferentes tipos de derivados financieros, los más populares son:

Contratos de futuros

Un futuro es un acuerdo entre dos partes para comprar o vender una cantidad de un activo a un precio concreto y en una fecha futura. Estos contratos se conocen como futuros financieros porque son productos a largo plazo.

Los contratos de futuros están estandarizados en lo que a calidad y cantidad del activo subyacente respecta, así, se simplifica su negociación en el mercado de futuros. Este tipo de derivado puede ser con materias primas, divisas e índices bursátiles, pero también con activos físicos o inmobiliarios.

CFD o contratos por diferencia

Estos derivados financieros son contratos no estandarizados con un alto nivel de riesgo debido a su apalancamiento, que puede hacer que el inversor pierda más dinero del que ha invertido. Con los CFD los inversores pueden especular sobre la variación de los precios de diferentes instrumentos, como acciones, divisas o materias primas. Así, por ejemplo, el inversor puede invertir en oro con un CFD.

En otras palabras, un CFD es un contrato entre un inversor y una entidad financiera para intercambiar la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de un activo subyacente. A diferencia de los futuros, los contratos por diferencia no se negocian en un mercado secundario, sino a través de brókeres financieros.

 Opciones

Las opciones son contratos en los que los inversores tienen el derecho a comprar o vender una cantidad determinada de un activo subyacente en una fecha específica y a cambio de una prima, es decir, por un precio que el inversor paga para obtener ese derecho.

La principal diferencia entre las opciones y los futuros es que en las opciones el inversor tiene el derecho a comprar o vender, pero no está obligado a hacerlo. Aunque estos dos tipos de derivados financieros comparten ciertas similitudes, las opciones son más flexibles, por lo que suelen atraer a más inversores.

Warrants

Al igual que las opciones, los warrants son contratos que te dan el derecho a comprar o vender un activo subyacente a un precio específico y en un momento concreto. Por tanto, en este tipo de derivado financiero el inversor tampoco tiene la obligación de comprar o vender en la fecha de vencimiento.

La diferencia principal entre los warrants y las opciones es que el inversor que quiera comprar o vender un warrant tiene que hacerlo a través de un intermediario financiero.

Usos de los derivados financieros

¿Para qué sirven los instrumentos derivados? Estos son sus principales usos:

  • Cobertura: se pueden utilizar para disminuir o eliminar los riesgos asociados a las fluctuaciones de los precios de los activos subyacentes. Es una forma de gestionar los riesgos que ayuda a los inversores a mantener una posición más estable en el mercado. Por ejemplo, en periodos de volatilidad o cuando hay un tipo de cambio al operar en divisas.
  • Especulación: la especulación con derivados consiste en intentar obtener ganancias prediciendo cómo van a cambiar los precios en el futuro. La idea principal es minimizar la aportación de fondos a la inversión. No obstante, como ya hemos adelantado, los instrumentos derivados suelen tener un apalancamiento alto, por lo que tanto las ganancias como las pérdidas pueden ser mucho mayores a la cantidad invertida inicialmente.
  • Arbitraje: el inversor busca aprovecharse de las situaciones de ineficiencia del mercado, en concreto, obtener un beneficio con la diferencia del precio de un activo que está en más de un mercado.

Ventajas y desventajas de los derivados financieros

Los derivados financieros son instrumentos que pueden ofrecer una rentabilidad, sin embargo, tienen un riesgo elevado, por lo que no son una buena opción para el inversor conservador. Si estás dispuesto a asumir este riesgo, antes debes conocer sus principales ventajas y desventajas para decidir si son apropiados para ti y definir tus estrategias de inversión:

Ventajas de los derivados financieros

  • Al ser apalancados, puedes maximizar tus ganancias sin tener que invertir grandes cantidades de dinero.
  • Son productos bastante flexibles, aunque dependerá del activo subyacente y del tipo de derivado.
  • Suelen ser bastante líquidos, es decir, venderlos en el mercado es fácil.
  • Puedes especular con ellos y aprovechar las ineficiencias del mercado para obtener una rentabilidad con tu capital.

Desventajas de los derivados financieros

  • El apalancamiento implica un gran riesgo. El inversor puede perder más dinero del que ha invertido.
  • Son productos complejos, por lo que no son la mejor opción para inversores con pocos conocimientos o sin experiencia.
  • Suelen ser de renta variable, y las condiciones del mercado afectan significativamente a la rentabilidad que puede obtener el inversor.

En resumen, los instrumentos derivados pueden ser una forma de obtener una rentabilidad con los mercados financieros, pero implican un riesgo elevado. Por esta razón, es crucial que los inversores sepan cuál es su perfil de riesgo para así contratar solo productos financieros que se adapten a sus necesidades y objetivos.