Los fondos cotizados (ETF):
definición, ventajas y características

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Los fondos cotizados (ETF) son productos de inversión híbridos que recogen ciertas características de los fondos de inversión tradicionales y de las acciones. Se trata de una opción de inversión muy interesante para diversificar nuestra cartera de inversión de manera rápida y sencilla, teniendo multitud de opciones a nuestra disposición.

En pocas palabras
  • Los ETF tienen ciertas similitudes con los fondos de inversión convencionales como su estructura orgánica. No obstante, la manera de funcionar es bastante diferente.
  • Entre las diferencias de los fondos cotizados con los fondos tradicionales encontramos la manera de adquirirlos, la política de inversiones y también disparidades en el ámbito fiscal.
  • Los ETF ofrecen al inversor una manera simple y sencilla de invertir de una manera diversificada. Además, este tipo de fondos son transparentes y bastante líquidos al poder ser vendidos como una acción.
  • Existen multitud de tipos de fondos cotizados según el tipo de índice que intenten replicar y también otros que varían en su modo de operar.

¿Qué son los fondos cotizados o ETF?

Los fondos cotizados, también conocidos como Exchange-Traded Funds (ETF), son instituciones de inversión colectiva (IIC), siendo también un tipo de fondo de inversión según la CNMV

Y es que al igual que los fondos de inversión, un ETF reúne el dinero de diferentes inversores, conocidos como partícipes, para adquirir una serie de activos buscando rentabilizar dichas aportaciones.

Sin embargo, un fondo de inversión cotizado tiene una serie de particularidades que lo diferencia bastante de los fondos de inversión al uso y a su vez los hace interesantes como producto de inversión.

En primer lugar, los fondos de inversión tienen una gestión activa en cuanto a la adquisición de activos se refiere, es decir, los gestores del fondo decidirán qué activos comprar para mejorar la rentabilidad del fondo.  Por otro lado, los ETF tratan de imitar la evolución de un índice financiero, por lo que su gestión es pasiva y no requiere de tanta actuación de los dirigentes del fondo, salvo excepciones como los ETF de gestión activa.

Otra de las principales diferencias se refiere a la manera de negociar y adquirir las participaciones en los fondos cotizados. De esta manera, los ETF se negocian como si de acciones se tratase en mercados bursátiles secundarios, pudiendo realizar la compra-venta al instante, ya que los precios de las participaciones se muestran en tiempo real.

¿Cómo funcionan los ETF?

Como cualquier otro fondo de inversiones, los ETF son creados y dirigidos por una sociedad gestora y los recursos que maneja son salvaguardados por una entidad depositaria.  Sin embargo, para formar parte de un fondo cotizado simplemente hay que adquirir una participación en el mercado financiero donde esa ETF cotice. Es decir, el proceso de adquisición de participaciones es más rápido y sencillo que en los fondos tradicionales.

En este sentido, los mercados financieros donde se negocian los ETF son electrónicos y nos muestran en tiempo real el precio de la participación, así como el valor liquidativo o patrimonio del fondo en cuestión. Los fondos convencionales, en cambio, publican estos datos al final de la jornada bursátil. 

Asimismo, la política de inversiones de los fondos cotizados vendrá dada por su objetivo de replicar un índice financiero específico. Con índice financiero nos referimos a un valor numérico que refleja de manera ponderada la evolución de los componentes que conforman un mercado financiero, ya sean empresas, commodities, etc. 

Por ejemplo, el IBEX35 resume el valor en bolsa de 35 empresas que cotizan en las principales plazas bursátiles del país. Pero este es solo uno de la multitud de índices que existen como NASDAQ, DOW JONES, NIKKEI y un largo etcétera.

Con tal de imitar la evolución del índice de referencia, la mayoría de los ETF llevarán a cabo una réplica física. Esto quiere decir que comprarán activos que coticen en ese mismo índice con la misma ponderación de valor que muestre el propio índice en cuestión, en otras palabras, crearán su propia versión en miniatura de ese índice.

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Características de los ETF

Comisiones

Al igual que los fondos tradicionales, los fondos cotizados cargarán al partícipe una comisión de gestión y también de depósito. No obstante, la comisión de gestión en los ETF será bastante más baja dada la gestión pasiva y el menor esfuerzo en su administración.

En cambio, los fondos cotizados cuentan con otras comisiones que los fondos tradicionales no tienen. Y es que al ser activos que cotizan en bolsa están sujetos a comisiones de compra-venta o al canon de bolsa para ETF españolas.

Fiscalidad

Desde el punto de vista fiscal, los fondos cotizados son considerados como una acción, es decir, que tributarán cada vez que vendamos nuestra participación en el fondo. Esto dista bastante de la fiscalidad de los fondos tradicionales, donde es posible reembolsar dinero de un fondo y traspasarlo a otro sin pagar impuestos. 

No obstante, la Hacienda española diferencia entre aquellos ETF españoles y extranjeros. Los españoles tributarán cada vez que se venda la participación, tal como ocurre con las acciones. Mientras tanto, con los fondos cotizados extranjeros tendremos la posibilidad de traspasar nuestra participación a otro fondo sin tributar.

Pero en ambos casos, en el momento de pagar impuestos, las plusvalías obtenidas tributarán como una ganancia patrimonial en la base del ahorro del IRPF. De este modo, en función de la plusvalía tributaremos bajo los siguientes porcentajes:

  • Hasta 6.000 euros: 19%
  • Entre 6.000 euros y 50.000 euros: 21%
  • Entre 50.000 euros y 200.000 euros: 23%
  • Más de 200.000 euros: 26%

Riesgo y transparencia

Al igual que cualquier tipo de activo financiero, los ETF también entrañan un riesgo para el inversor. Uno de los principales es el riesgo de mercado, es decir, la evolución del propio índice que el fondo intente replicar. Por supuesto, diferentes índices implican diferentes riesgos dependiendo del tipo de valores reflejen: variables o fijos.

De igual manera, los fondos cotizados no están cubiertos por ningún tipo de garantía que cubra las pérdidas del inversor en caso de quiebra del fondo. Ahora bien, como en otros tipos de fondos, las participaciones de los inversores no forman parte del balance de la propia sociedad gestora, por lo que en caso de que ésta quiebre, esos recursos seguirán intactos.

Por otra parte, los ETF son vehículos de inversión muy transparentes, ya que se puede conocer la cotización y evolución en tiempo real, como cualquier acción de bolsa.

Dividendos

Otra de las particularidades de los ETF, es que algunos de ellos (generalmente los de renta variable) ofrecen dividendos periódicos a los partícipes del fondo, al igual que lo hacen las acciones. Esta práctica variará entre cada fondo y no todos ellos ofrecen esta oportunidad.

Cabe destacar que el pago del dividendo tendrá un impacto negativo y directo en el valor de la participación, ya que el valor liquidativo del fondo disminuirá.

Diversificación

De la misma manera que otros tipos de fondos de inversión, los ETF nos permite de una manera sencilla y rápida diversificar nuestra cartera de inversiones, puesto que el mismo fondo invierte en diferentes activos financieros. Esta diversificación de la cartera de inversiones nos protege frente al riesgo y es una práctica habitual para garantizar la rentabilidad de nuestra inversión.

Ventajas y Desventajas de los ETF

A continuación, os mostramos algunas de las ventajas de los fondos de inversión cotizados frente a los fondos tradicionales:

  • Las comisiones de gestión son menores al tener el gestor un papel menos activo y, por lo tanto, no tener que recompensar en tanta medida su trabajo.
  • La liquidez de los ETF es mucho mayor a los fondos tradicionales al poder vender las participaciones de manera inmediata como si una acción se tratase.
  • La transparencia es también uno de los puntos fuertes de los fondos cotizados, ya que se puede saber la evolución del fondo en tiempo real.

Por otro lado, algunas de las desventajas de los ETF frente a los fondos convencionales son las siguientes:

  • Costes adicionales de compra-venta de participaciones o cánones de bolsa.
  • En el caso de las ETF de España, su fiscalidad no es tan ventajosa como los fondos tradicionales al no permitir no tributar cuando se realiza un traspaso.

Tipos de ETF

El objetivo de este tipo de fondos cotizados es, como bien su nombre indica, replicar de manera inversa un índice. Es decir, cuando el índice en cuestión aumente su cotización, el ETF inverso disminuirá su valor y viceversa. Es un tipo de producto financiero más complejo  y apto solo para inversores más experimentados.

ETF apalancados

En este caso se busca imitar la evolución de un índice de referencia pero amplificando su evolución mediante el apalancamiento. En este sentido, un ETF apalancado por factor 2X aumentará o disminuirá aproximadamente el doble que el índice de referencia. Este apalancamiento se consigue mediante el uso de derivados.

Aunque este tipo de fondos cotizados nos puede brindar más ganancias, también nos puede llevar a grandes pérdidas, por lo que se recomienda extrema cautela a la hora de llevar a cabo este tipo de inversiones.

ETF de índices de renta variable

Tratan de imitar índices de los principales mercados bursátiles del mundo, como por ejemplo el IBEX 35, el NASDAQ, DAX 30 o el DOW JONES.

ETF de índices de renta fija

Funcionan sobre índices de bonos, depósitos, deuda soberana, etc. Si bien es verdad que son productos financieros más complejos de gestionar, ya que replicar índices de renta fija es una práctica más difícil de ejecutar.

ETF sobre índices globales

Tal como su nombre indica, este tipo de fondos cotizados tiene por objetivo imitar el comportamiento de índices de alcance global como el MSCI World. Este índice está compuesto por más de 1.500 empresas de diferentes países de las principales economías mundiales. 

ETF sobre índices regionales

Por contra, los fondos cotizados regionales se basan en índices que se centran en áreas geográficas concretas. Algunos de estos índices serían el EUROSTOXX 50 o el MSCI BRIC.

ETF monetarios

Se centran en activos monetarios que se negocian en el mercado interbancario, así como índices que reflejan activos de deuda estatal a corto plazo y certificados con la máxima calificación crediticia.

ETF sectorial

Tratan de imitar índices que recogen empresas de un mismo sector: bancario, telecomunicaciones, farmacéutico, etc.

ETF de materias primas

Este tipo de fondos cotizados se concentran en contratos específicos sobre commodities o futuros o derivados de materias primas.

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