¿Qué es el apalancamiento financiero?
¿Qué es el apalancamiento financiero? Se trata de una herramienta muy utilizada por los inversores para aumentar la rentabilidad de su capital. Consiste en utilizar deuda a la hora de invertir, y así aumentar la cantidad de dinero destinada a la compra de activos. Su nombre proviene del efecto palanca que podemos aprovechar sobre nuestro capital al utilizar fondos prestados.
Índice
¿Para qué sirve el apalancamiento financiero?
Esta operación permite aumentar la rentabilidad de la operación financiera sin necesidad de disponer de grandes cantidades de fondos propios pero a cambio de asumir un riesgo adicional. Es decir, el apalancamiento aumenta la rentabilidad sobre el capital invertido, que es simplemente la cantidad de dinero que hemos invertido de nuestros fondos propios.
Por ejemplo, imaginemos que decidimos realizar una inversión en bolsa con fondos propios por valor de 10.000 €. Un año después, la inversión ha subido un 10%, de manera que nuestro capital es de 11.000 €. Pero imaginemos que invertimos 5.000 € y nos apalancamos por los otros 5.000 €, es decir, pedimos esa cantidad con deuda.
Al cabo de un año, habremos obtenido 1.000 € también, pero tenemos que devolver 5.000 € a nuestro acreedor, de manera que el capital final es de 6.000 €. En este caso, la rentabilidad sobre el capital empleado es el doble, del 20%, ya que hemos empleado la mitad del capital para obtener la misma cantidad.
Sin embargo, el apalancamiento financiero también implica asumir un riesgo mayor. Si esta inversión no hubiese salido como esperábamos y hubiese supuesto una pérdida del 10%, nosotros nos quedaríamos con un capital de 9.000 €. Pero si nos apalancamos, tendríamos que restar a ese capital final la cantidad que tenemos que devolver (5.000 €), lo que daría como resultado un capital de 4.000 €. Es decir, tendríamos que asumir una pérdida del 20%.
¿Cómo se calcula el apalancamiento financiero?
El grado de apalancamiento se calcula en unidades fraccionadas. Por ejemplo, un apalancamiento de 1:2 quiere decir que por cada euro invertido con capitales propios estamos invirtiendo dos euros en total, es decir, la deuda es también de un euro, como en el ejemplo anterior. Un apalancamiento de 1:3 implica que por cada euro invertido hay dos euros de deuda, y el capital propio supone el 33% de la inversión.
Por tanto, la fórmula para calcular el apalancamiento financiero es la siguiente:
Apalancamiento financiero = 1 : (Valor de la inversión/Recursos propios empleados)
Por ejemplo, en el caso de una inversión cuyo valor sea de 30.000 € y que haya utilizado unos recursos propios de 10.000 €, el apalancamiento financiero será de 1:3.
¿Cómo se realiza el apalancamiento financiero?
El apalancamiento financiero es una herramienta que utiliza la deuda para tratar de obtener rentabilidades más atractivas en bolsa. Pero no una deuda cualquiera (es decir, no es un préstamo ni un crédito ordinario), sino un tipo de deuda cuyo objetivo es incrementar la rentabilidad de la inversión. En la actualidad, su uso se encuentra tan extendido entre los inversores que algunos instrumentos utilizan el apalancamiento dentro de su propia operativa.
Este es el caso de algunos derivados financieros como los CFDs (contratos por diferencias). Los CFDs son productos con apalancamiento que permiten abrir una posición sobre un activo, por ejemplo, una acción, sin tener que desembolsar la totalidad del valor del activo subyacente. Por ejemplo, si quieres comprar una acción cuyo precio es muy elevado, puedes comprar un CFD que replique dicha acción para obtener ganancias derivadas de los movimientos de la acción sin poseerla, porque lo que tú poseerás será un activo derivado de la acción.
Un ejemplo de apalancamiento financiero
Nada mejor para entender qué es el apalancamiento financiero que un ejemplo. Imaginemos que Juan, que es un ávido inversor, decide invertir 100.000 € de sus ahorros en un activo que le proporciona una rentabilidad del 10% anual. Es decir, al cabo de un año, su capital se habrá convertido en 110.000 €.
Sin embargo, Antonio decide utilizar apalancamiento financiero para la misma inversión, aportando 70.000 € y con 30.000 € de financiación al 5% TAE a devolver en un año. Es decir, su grado de apalancamiento es de 1:1,42. En el caso de Antonio, a pesar de que la rentabilidad del activo es también del 10%, la rentabilidad que logra a través del apalancamiento es muy superior.
En concreto, teniendo en cuenta que tiene que devolver al cabo de un año el capital prestado junto con los intereses convenidos, su capital final no será de 110.000 €, ya que habrá que deducir de este los recursos ajenos. Es decir, tendrá que devolver los 30.000 € del préstamo más 1.500 en concepto de intereses, es decir, 31.500 €.
Restando 110.000 € de la cantidad a devolver (31.500 €), el capital final que logrará el inversor será de 78.500 €, y su rentabilidad sobre los recursos propios empleados, del 12,14%, sensiblemente superior a la lograda por Juan.
Eso sí, hay que tener en cuenta que, en caso de pérdidas, Antonio sufrirá una rentabilidad negativa más abultada. En caso de que, en lugar del 10%, su rentabilidad hubiese sido del -16%. Es decir, con el apalancamiento financiero, tanto las rentabilidades positivas como negativas se agrandan de forma significativa.
Los riesgos del apalancamiento financiero
El ejemplo anterior ilustra perfectamente cuáles son los peligros del apalancamiento financiero: que las pérdidas se multipliquen y acaben poniendo en riesgo nuestro patrimonio. Si la evolución de la inversión no es la que se esperaba y se incurre en pérdidas, a dichas pérdidas hay que sumarles la devolución de la deuda en la que se ha incurrido junto con los intereses correspondientes.
El riesgo todavía es mayor en algunos brókers que solicitan más fondos en garantía para que la operación continúe abierta (el conocido como margin call, que incluso ha sido utilizado como título en la famosa película de 2011). Si no disponemos de más capital para aportar como garantía, el bróker nos cerrará la operación con la pérdida correspondiente.
Por esta razón, los inversores tienen que tener muy presente en todo momento que el apalancamiento financiero es una operación de mucho riesgo que puede multiplicar las ganancias, pero también las pérdidas. En general, los inversores utilizan el apalancamiento para realizar operaciones de inversión a corto plazo y con un elevado componente especulativo. No se suelen realizar muchas operaciones a largo plazo por el elevado coste que suponen los intereses al operar.