¿Qué es la abundancia financiera y cómo se consigue?
La segunda acepción de la RAE para la palabra abundancia es la de prosperidad, riqueza o bienestar, entendiendo estos conceptos en un sentido amplio, y no puramente económico. Cuando hablamos de abundancia financiera, estamos refiriéndonos a un concepto más específico, que trata de medir la riqueza de un individuo desde el punto de vista de sus finanzas, de su patrimonio personal y de su solvencia, y que le permitiría vivir de forma holgada.
Índice
Cómo se define la abundancia financiera
El movimiento FIRE (acrónimo en inglés para Financial Independence Retirement Early o, independencia financiera, retiro temprano), y la necesidad de anticipar o complementar la jubilación, han puesto de moda la filosofía de la abundancia financiera, que se basa en un estilo de vida sin privaciones de ningún tipo. Un objetivo al que todos, en mayor o menor medida, deseamos llegar algún día, pero que solo unos pocos consiguen, y no precisamente sin esfuerzo.
De hecho, para llegar a este nivel tan ambicioso, se estima que los activos del individuo deberían generar, al menos, cinco veces la cantidad necesaria para vivir de forma cómoda. El individuo debe ser capaz de acumular un patrimonio tal que le permita obtener unos ingresos pasivos lo suficientemente elevados como para no tener que preocuparse nunca más del dinero, con independencia de su estilo de vida.
Evidentemente, para llegar a la abundancia financiera, no vale solo con ahorrar. Debes formarte constantemente para identificar nuevas oportunidades de inversión, y estar preparado para gestionar tus activos de forma adecuada. Es decir, requiere gran dedicación, constancia y talento. Un esfuerzo que no siempre se ve recompensado.
Consejos para obtener mayor abundancia financiera
Aunque alcanzar la abundancia financiera está al alcance de pocas personas, lo cierto es que hay una serie de pautas que deberías seguir si quieres alcanzar un cierto nivel. Estos son los consejos básicos para intentar alcanzarla.
Gasta menos de lo que ingresas
Parece de perogrullo, pero lo cierto es que muchas personas todavía no saben equilibrar correctamente sus finanzas personales. Hay individuos que necesitan gastar mucho dinero para sentirse plenos y felices, y se sienten vacíos si no tienen el último modelo de coche (por supuesto, de alta gama), no visten de marca o no comen todos los fines de semana de restaurante.
Sin embargo, el gasto desbocado está reñido con la abundancia financiera. De hecho, el primer mandamiento para obtener riqueza es ahorrar, es decir, gastar mucho menos de lo que se ingresa. Hay que entender que, en muchos casos, el presupuesto es limitado y que, por tanto, no es posible tener todo, al menos si no queremos atravesar por problemas financieros.
Obtén más fuentes de ingresos
Al igual que ocurre cuando reduces gastos, la otra alternativa para mejorar tu salud financiera es aumentar los ingresos. Sin embargo, en un contexto marcado por la crisis económica, es difícil encontrar trabajo, y mucho más obtener ingresos adicionales.
Internet y las nuevas tecnologías han facilitado la búsqueda de nuevos empleos que puedan servir para ampliar las fuentes de ingresos del trabajador. Si, además, consigues diversificarlas, serás menos vulnerable a las crisis económicas, ya que la pérdida de uno de los empleos no repercutirá tan gravemente en tu situación financiera.
Cambia tu percepción de los activos financieros
En general, en el ámbito financiero, existe una percepción incorrecta del concepto de riqueza. Esta creencia suele venir derivada de una errónea comprensión de lo que es un activo. En términos de Robert Kiyosaki, uno de los autores más reconocidos en el mundo del ahorro y la inversión familiar, un activo es todo lo que coloca dinero en tu bolsillo, y un pasivo lo que lo saca.
En estos términos, un activo-pasivo es aquello que genera la ilusión de incremento de riqueza, pero que, en realidad, solo cambia la percepción de tu patrimonio. El ejemplo clásico es el del coche. Como inversión, es simplemente una ilusión. Sin embargo, desde el momento en el que se saca del concesionario, va perdiendo cada vez más valor y, además, sigue generando flujos de caja negativos si se financia con deuda.
Intenta ser constante y piensa a largo plazo
Nada te va a hacer rico de la noche a la mañana. La lotería y los juegos de azar son cuestión de suerte, y solo unos pocos privilegiados consiguen llevarse el premio gordo. Lo mismo ocurre con la inversión; dar el “pelotazo” es sumamente complejo, y lo más probable es que buscando la riqueza inmediata acabes perdiendo buena parte de tu patrimonio, especialmente si no tienes suficientes conocimientos financieros o el talento para conseguirlo.
Por eso, la abundancia financiera se sostiene sobre las bases del largo plazo. Por ejemplo, ahorrando e invirtiendo parte de tu renta todos los meses, y aprovechando de esta manera todo el potencial del interés compuesto. A 40 años, los resultados serán mucho mejores que a 30, y son más espectaculares de lo que quizá piensas.
La abundancia financiera no es un juego sencillo
Ninguno de estos consejos te hará rico por sí solo. Es necesario que los pongas en marcha desde ya mismo, y que seas constante y disciplinado para seguir adelante. Solo así conseguirás tus objetivos que, si bien pueden estar alejados de la abundancia financiera, al menos se aproximarán mucho a ese nivel.