Los fondos de inversión son productos financieros que permiten diversificar la cartera de inversión con la compra de un solo activo. Descubre los diferentes tipos y sus principales ventajas e inconvenientes.
Es una institución de inversión colectiva que invierte en activos financieros. Los inversores compran participaciones con el objetivo de obtener una rentabilidad.
El riesgo depende de la cartera de inversión del fondo. En cualquier caso, debes valorar las comisiones.
Existen diferentes tipos, aunque todos comparten estas ventajas: fiscalidad ventajosa, transparencia y liquidez, diversificación y gestión profesional.
Si tienes alta aversión al riesgo, quizá sea mejor que optes por depósitos a plazo fijo y cuentas de ahorro que te den unos intereses fijos.
Un fondo de inversión es una institución de inversión colectiva (IIC) que utiliza aportaciones de diferentes inversores, conocidos como partícipes, para comprar activos y rentabilizar dichas aportaciones.
Los fondos de inversión funcionan de la siguiente manera: una sociedad gestora los crea y decide su política de inversión. También se encarga de promoverlo entre los inversores potenciales. Por otro lado, los inversores compran participaciones, práctica que se conoce como suscripción.
Cada una de estas participaciones tiene el mismo valor, y entre todas suman el valor total o liquidativo del fondo. Una vez hay partícipes suscritos, la sociedad gestora compra activos según su política de inversión.
El patrimonio de un fondo de inversión aumenta o disminuye dependiendo del valor de los activos y del número de partícipes. Además, el depositario vela y guarda las contribuciones de los partícipes. La entidad depositaria puede ser cualquier entidad bancaria aprobada por la CNMV, que regula y controla los fondos de inversión en España.
El patrimonio aportado por los partícipes no forma parte del balance de la sociedad gestora. Por este motivo, aunque la sociedad gestora quiebre, los inversores no perderán su dinero. Otra característica de los fondos de inversión es que el inversor puede no obtener la rentabilidad esperada, o que esta sea negativa.
El riesgo dependerá principalmente del tipo de activos, que pueden ser de renta fija y de renta variable. Para conocer el riesgo estimado de un fondo de inversión, consulta el indicador de riesgo del fondo, que puede ser del 1 al 7.
Revisa las comisiones, ya que si son demasiado altas, puedes obtener una rentabilidad menor a la que esperabas. Estas son las comisiones de los fondos de inversión:
Comisión de suscripción: se tiene que pagar al invertir en fondos de inversión, el máximo por ley es el 5 % del valor liquidativo de las aportaciones.
Comisión de reembolso: se cobra al partícipe que retira su contribución del fondo. El límite es de un 5 %.
Comisión de gestión: se paga por los servicios de la sociedad gestora. El máximo por ley se puede calcular de diferentes maneras: un 2,25 % anual sobre el patrimonio del fondo; un 18 % al año sobre los resultados anuales; una combinación de ambos (un 1,35 % anual sobre el patrimonio más un 9 % sobre los resultados anuales).
Comisión de éxito: se aplica bajo ciertas circunstancias y si se cumplen los objetivos de rentabilidad prometidos. Se limita al 1,35 % del patrimonio del fondo o el 9 % de los resultados anuales.
¿Sabes qué es el payback o plazo de recuperación?
Estas son las ventajas de los fondos de inversión:
Diversificación: es una manera fácil y rápida de diversificar tu cartera de inversión. Al invertir en fondos de inversión puedes acceder a instrumentos de diferentes riesgos, rentabilidades y características.
Fiscalidad ventajosa: no tendrás que pagar impuestos hasta que hagas un reembolso. Una vez hayas recuperado el dinero de la participación del fondo, si hay plusvalía, esta tributa como una ganancia patrimonial sobre la base imponible del ahorro del IRPF, con tipos impositivos del 19 al 28 %. Tampoco hay que pagar impuestos por reembolsar parcial o totalmente las participaciones de un fondo si suscribes esa misma cuantía en otro fondo de inversión.
Gestión profesional: un equipo de profesionales con conocimientos y experiencia en los fondos de inversión gestiona el dinero de los partícipes y define la estrategia de inversión. Los gestores se encargan de tomar decisiones para obtener el máximo beneficio por el capital del fondo de inversión.
¿En qué fondo de inversión invertir? Estos son los tipos de fondos de inversión:
Fondos de inversión inmobiliaria: adquieren activos de naturaleza inmobiliaria como edificios, apartamentos y oficinas que normalmente se destinan al alquiler.
Fondos de inversión mobiliaria: compuestos por activos como acciones de una empresa, derivados, otros fondos de inversión o renta fija. A su vez, pueden ser:
Fondos ordinarios: su cartera de inversión se centra especialmente en activos de renta fija, renta variable y derivados financieros.
Fondos de fondos: invierten mayoritariamente en otros fondos de inversión (más del 50 %).
Fondos subordinados: basan su cartera en fondos de inversión, pero en este caso será exclusivamente en un único fondo, conocido como fondo principal.
Fondos indexados: su cartera tiene una composición igual o parecida que el índice que intentan replicar. Por tanto, estos fondos son de gestión pasiva.
Como hemos mencionado, el riesgo de un fondo de inversión depende de los activos que tenga. Sin embargo, antes de contratar cualquier producto de inversión o ahorro debes preguntarte qué riesgo quieres asumir. Si tienes alta aversión al riesgo, puede que un fondo de inversión no sea la mejor opción.
Productos de ahorro como los depósitos bancarios y las cuentas remuneradas pueden darte unos intereses fijos. Son productos con un indicador de riesgo de 1 sobre 6, y hasta 100.000 euros por cliente y banco están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos nacional. En Raisin puedes acceder a productos de ahorro de bancos europeos, comparar rentabilidades y elegir los que más se adapten a ti.