Los fondos indexados: definición, ventajas y características

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Los fondos indexados, a diferencia de otros fondos de inversión, tienen una política de inversiones totalmente clara y marcada, ya que se limitan a reproducir un índice financiero.

Esto ofrece a los inversores algunas ventajas como menores costes operativos y mayor simplificación y transparencia en el funcionamiento del fondo.

En pocas palabras
  • Un fondo indexado es en esencia como cualquier otro fondo de inversión, salvo que su política de inversiones está totalmente determinada y su objetivo es replicar un índice en concreto.
  • Este tipo de política de inversión es conocida como gestión pasiva, y goza de algunas ventajas como menores costes de gestión o transparencia y sencillez. Por supuesto, la rentabilidad vendrá dada por la evolución del índice de referencia y la capacidad del fondo de replicarlo.
  • No obstante, los fondos indexados también pueden suponer algunos riesgos como activos en cartera muy correlacionados, poca variedad de oferta o pérdida de oportunidades de inversión.
  • No hay que confundir dos tipos de fondos de inversión que suelen tener la misma política de inversión: los ETF y los fondos de inversión indexados. Aunque tomen las mismas decisiones a la hora de conformar su cartera, su estructura y sus características son bastante diferentes.

¿Qué es un fondo indexado?

Los fondos indexados tratan de imitar el comportamiento de un índice financiero en concreto, como puede ser el IBEX 35 español, el DOW JONES americano o el NIKKEI japonés. Con ello, este tipo de fondos intentan obtener la misma o parecida rentabilidad que obtienen estos mismos índices.

¿Cómo funcionan los fondos indexados?

Al igual que otros tipos de fondos de inversión, los fondos de inversión indexados tienen una estructura organizativa compuesta fundamentalmente por 3 partes. En primer lugar, encontramos la sociedad gestora, que se encarga de administrar, dirigir y promover el fondo.

Por otro lado, la entidad depositaria, siendo una organización diferente a la sociedad gestora, tiene como misión salvaguardar las contribuciones depositadas en el fondo de inversión indexado en cuestión.

Por último, los partícipes son aquellos que deciden invertir en fondos indexados y aportan su dinero buscando a cambio una rentabilidad. Estos pueden ser tanto particulares como empresas u otro tipo de vehículos financieros como fondos de pensiones.

A su misma vez, este tipo de productos financieros está también sujeto a la supervisión y control de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como cualquier otro fondo de inversión. 

La diferencia principal entre un fondo indexado y un fondo de inversión corriente es su política de inversión. Y es que, muchos tipos de fondos de inversión apuestan por una gestión activa, en la que los gestores deciden en qué activos invertir y trazan estrategias para intentar generar rentabilidad para los partícipes.

Por el contrario, los fondos indexados, al igual que otros tipos de fondos de inversión como los fondos cotizados, funcionan basándose en la gestión pasiva. Esta clase de gestión hace que la cartera de inversión del fondo venga dada por un índice financiero específico. Por lo tanto, el papel que va a desarrollar el gestor va a ser mínimo y se limitará a tratar de imitar el índice de referencia, que puede ser de renta fija o variable, de materias primas o de divisas, entre otros.

Con índice nos referimos a un valor numérico que resume, por ejemplo, la evolución del precio de un conjunto de activos. Por ejemplo, un índice bursátil, pondera el valor de las diferentes empresas que cotizan en un mercado financiero y refleja su evolución.

Pues bien, el fondo indexado que quiera rastrear un índice en concreto, tendrá como objetivo imitar de la manera más fiel posible la evolución de dicho índice. Esto lo conseguirá constituyendo una réplica en miniatura del índice o utilizando otros instrumentos más complejos.

La recompensa para el que haya decidido invertir en fondos indexados, vendrá en el momento que decida retirar su participación en el fondo, es decir, en el reembolso.

Si el patrimonio del fondo ha aumentado, el partícipe obtendrá una rentabilidad positiva y viceversa.

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Características de los fondos indexados

Como consecuencia de la gestión pasiva llevada a cabo por los fondos indexados, las comisiones que tienen que pagar los partícipes son notablemente inferiores a los fondos tradicionales. Esto tiene sentido en la medida que los gestores se limitan a replicar un fondo de referencia y no necesitan trazar ninguna estrategia para conseguir rentabilidad.

No obstante, si queremos saber cómo invertir en un fondo indexado de manera correcta, deberemos prestar atención al TER (total expense ratio), que resume los costes totales del fondo indexado. En general, los costes totales de los fondos índice se sitúan entre el 0,2 % y el 0,6 % sobre el valor de nuestra participación, bastante menos que los fondos corrientes, donde el coste suele alcanzar casi un 2 %.

Riesgo

El principal riesgo que corremos al invertir en un fondo de inversión indexado es que el índice de referencia tenga una evolución negativa. En este sentido, esta evolución negativa se reflejará en el fondo indexado también.

No obstante, este tipo de productos financieros está pensado para invertir a medio o largo plazo, ya que dada la diversificación de la cartera de inversión, la probabilidad de una evolución negativa a largo plazo es menos probable.

Por otro lado, también existe el riesgo de que el fondo que elijamos no reproduzca con suficiente fidelidad el índice de referencia. Para poder saber en qué medida un fondo indexado replica su índice de referencia, nos fijaremos en el tracking error, que mide la diferencia entre ambos. Cuanto menor sea esta cifra, menor será el desfase entre uno y otro.

Fiscalidad

Al igual que los fondos convencionales, los fondos indexados disfrutan de una ventaja fiscal consistente en que no hay que tributar en el caso de un traspaso del capital invertido de un fondo de inversión a otro. De esta manera, solo pagaremos impuestos en el caso de que retiremos el dinero, es decir, que lo reembolsemos, y además, haya una plusvalía.

En tal caso, la cuantía en la que haya aumentado nuestra participación, en el momento que la retiremos, tributa como ganancia patrimonial sobre la base del ahorro del IRPF, acorde los siguientes tipos impositivos:

  • Hasta 6.000 euros: 19 %
  • De 6.000 euros a 50.000 euros: 21 %
  • De 50.000 euros a 200.000 euros: 23 %
  • De 200.000 euros a 300.000 euros: 27 %
  • Más de 300.000 euros: 28 %

Diversificación

Una de las características principales de un fondo indexado es la diversificación que nos brinda. Y es que la naturaleza misma de este tipo de vehículos financieros, hace que un mismo fondo tenga que tener en su cartera una amplia variedad de activos para poder replicar el índice que se propongan.

Esto hace que con una sola inversión podamos acceder a multitud de activos diferentes, diversificando así nuestra cartera de inversiones. No obstante, al centrarse solamente en un índice que normalmente se focaliza en un área geográfica concreta o un sector muy específico, hace que los diferentes activos estén bastante correlacionados. 

Este hecho hace que debamos buscar una mayor diversificación y tratar de invertir en otros activos, ya que todos los valores de un índice pueden tener comportamientos negativos a la vez.

Maneras de replicar un índice

Existen básicamente dos tipos de fondos indexados en referencia a la manera de imitar el comportamiento de un índice:

  • Réplica física: se basa en la adquisición de los valores de manera ponderada que componen un índice. Por otro lado, la composición de la cartera se modificará a medida que lo haga el peso de los diferentes activos que forman parte del índice en cuestión.
  • Réplica sintética: es una manera más compleja de rastrear un índice consistente en el uso de derivados, pero es necesaria en el caso de algunos tipos de índice.

Ventajas y desventajas de los fondos indexados

Antes de decidirnos a invertir en fondos indexados, deberíamos conocer sus principales ventajas y desventajas frente a los fondos de inversión corrientes. Cabe destacar que las diferencias más llamativas vienen dadas por la política de inversión de gestión pasiva o activa:

Ventajas

  • Menores costes debido a la gestión pasiva en la que se basan.
  • Comprensión y seguimiento muy sencillo al tener una política de inversión clara y definida.
  • Menor tiempo dedicado a investigar las políticas de inversión del fondo de inversión indexado.

Desventajas

  • Aunque la cartera de inversión de un fondo indexado esté diversificada, la concentración de esta en una zona o sector concreto hace que sea necesaria mayor diversificación. Con ello evitaremos perder dinero ante escenarios bajistas del mercado que el índice refleje.
  • Mucha menor oferta de fondos indexados que de fondos tradicionales al basarse los primeros en índices muy concretos.
  • Pérdida de oportunidades de rentabilidad en otros mercados o activos debido a la gestión pasiva.

Diferencias entre los fondos indexados y los ETF

Aunque este tipo de fondos y los ETF de gestión pasiva son productos bastante parecidos en la manera de funcionar, tienen otras diferencias estructurales que los hacen bastante distintos.

Por una parte, los ETF de gestión pasiva, que son la mayoría, y los fondos de inversión indexados, tienen una política de inversión muy similar, ya que en ambos casos se intenta replicar un índice. No obstante, existen otras muchas disparidades que los hacen productos totalmente diferentes:

  • Un fondo indexado se compra y se vende como un fondo de inversión corriente. En otras palabras, hay que esperar al cierre diario del mercado para poder ejecutar la orden de compra o de venta, ya que es cuando se calcula el valor de las participaciones. 

En cambio, con los ETF al funcionar como una acción bursátil, se conoce su precio en tiempo real y se puede realizar la compra-venta en cualquier momento. Esto hace que los ETF sean más líquidos que los fondos indexados.

  • Desde el punto de vista fiscal, los fondos indexados no tienen que pagar impuestos cuando se traspasan las participaciones de un fondo a otro. Por otro lado, los partícipes ETF españolas sí que están obligados a tributar cuando retiran su capital de un fondo cotizado, aunque sea para traspasarlo a otro. No sucede así con las ETF de otros países, que tributan como un fondo de inversión convencional.
  • Las comisiones de los ETF normalmente son menores que las de los fondos indexados. Sin embargo, en el caso de los fondos cotizados, los partícipes también deben pagar una comisión de compra-venta como si de una acción se tratase.
  • Algunos ETF reparten dividendos de manera periódica y según la evolución del mercado.

Hay mucha más variedad de ETF que de fondos indexados, por lo tanto, puedes encontrar muchos más tipos de ETF que atienden a diferentes mercados geográficos, tipos de activos, sectores, etc.