¿Se puede vivir de los dividendos?

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¿Cuántas veces has pensado en tu jubilación? ¿Podrás tener una jubilación digna con garantías de un buen respaldo económico para disfrutar de la jubilación como te mereces?

Para la mayoría de los inversores, tener una jubilación con esas características es la prioridad número uno. Es por eso por lo que los inversores suelen dedicar la mayor parte de sus activos a este fin dedicando sus ahorros a cuentas que tengan este propósito. Sin embargo, tan desalentadora como desafiante es la tarea de ahorrar para disfrutar de una jubilación cómoda como lo es el poder vivir de tus inversiones una vez que finalmente te jubiles.

¿Qué son los dividendos?

Los dividendos son pagos realizados por una empresa a los propietarios de las acciones de dicha la empresa. Son una forma de que las empresas distribuyan ingresos a los inversores, y una de las formas en que los inversores obtienen un retorno de la inversión en acciones.

Las empresas suelen pagar dividendos trimestralmente, aunque algunas pagan mensualmente o semestralmente. Se paga un dividendo por acción. Esto es que si posees 30 acciones en una empresa y esa empresa paga 2 euros en dividendos anuales, recibirás 60 euros al año.

Pero no hay que confundirse con los dividendos. Y es que no todas las acciones pagan dividendos. Si quieres vivir de los dividendos, primero deberás escoger específicamente acciones de dividendos cuando empieces a invertir.

¿Cómo funcionan los dividendos?

Las compañías generalmente pagan dividendos en efectivo a la cuenta de corretaje del accionista, aunque algunas pagan dividendos en nuevas acciones. Las empresas también pueden ofrecer programas de reinversión de dividendos, que permiten a los inversores reinvertir el dividendo en las acciones de la empresa, a menudo aplicándoles  un descuento, lo cual suele ser más beneficioso a la hora de invertir.

Además de eso, la junta directiva de las empresas deben aprobar cada dividendo nuevo. Una vez se haya aprobado, la compañía tendrá que anunciar cuándo se pagará el dividendo, el monto del dividendo y la fecha ex dividendo, o lo que es lo mismo, la fecha a partir de la acción cotiza sin derecho a percibir el dividendo.

La fecha ex dividendo es extremadamente importante para los inversores. Y es que los inversores deben ser propietarios de las acciones antes de esa fecha para recibir el dividendo. Los inversores que compren las acciones después de la fecha ex dividendo no percibirán los beneficios que haya ido generando dicha acción. Los inversores que venden las acciones después de la fecha ex dividendo todavía tienen derecho a recibir el dividendo, ya que poseían las acciones antes de la fecha ex dividendo.

Aparte de eso, si estás planteándote invertir en dividendos y no quieres hacerlo en acciones de dividendos individuales, también debes saber que dispones de la opción de invertir ​​en fondos mutuos de dividendos y fondos negociados en bolsa. Estos fondos tienen muchas acciones de dividendos dentro de una inversión y distribuyen dividendos a los inversores de esas tenencias.

¿Podré vivir de los dividendos?

Una vez sabes bien qué son los dividendos y cómo funcionan, llega la pregunta clave: ¿Podré vivir de los dividendos? La respuesta es afirmativa. Pero tendrás que tener en cuenta que si tu objetivo es vivir de los dividendos, éste se cumplirá a largo plazo a menos que tengas una gran suma de dinero para invertir en acciones que pagan dividendos, de ahí la razón por la que generalmente es un objetivo a largo plazo de todo aquel pequeño o mediano inversor que quiere vivir de los dividendos.

Antes de comenzar a invertir en dividendos es conveniente que tengas presente que muchas compañías pagan dividendos, pero el rendimiento de los dividendos puede variar mucho de una empresa a otra, y también hay algunas que no pagan dividendos en absoluto.

Una cosa que notarás cuando comiences a investigar sobre acciones que pagan dividendos es que el rendimiento suele ser relativamente bajo. Las empresas se ven obligadas a decidir si reinvierten las ganancias en sus negocios o se las dan a los propietarios de acciones. Por lo general, en las empresas suele predominar un ‘enfoque mixto’, por lo que reinvierten a la par que otorgan ganancias a los propietarios de acciones en forma de dividendos, y la mayoría de las ganancias se reinvierten en el negocio.

Entonces, ¿cuánto dinero necesitarás para vivir de los ingresos por dividendos? Una estrategia muy inteligente que ponen en práctica la mayoría de los inversores consiste en utilizar esos dividendos para comprar más acciones en una empresa para seguir incrementando lo que obtienen de los dividendos e invertirlo nuevamente en más acciones. Una de las mejores razones por las cuales las acciones deberían ser parte de la cartera de todo inversor es que, a diferencia del interés de los bonos, los dividendos de las acciones tienden a crecer con el tiempo. Más importante aún es que ese crecimiento de dividendos supere la inflación. Para aquellos inversores a largo plazo, este hecho puede explotarse para crear una cartera que pueda usarse estrictamente para vivir con ingresos por dividendos.

Por ejemplo, supón que compras 1000 acciones de una acción que cotizaba por 100 euros, para una inversión total de 100.000 euros. La acción tiene un rendimiento de dividendos del 3%, por lo que durante el año pasado, recibiste 3 euros por acción o un total de 3.000 euros en dividendos. Suponiendo que el precio de las acciones no fluctúe en exceso, pero la compañía aumente su dividendo en un 6% anual, después de 10 años, la cartera hipotética que habrás conseguido será de  7.108 euros en dividendos. Después de 20 años de reinversión de dividendos, recibirás más de 24.289 euros anuales en dividendos, con lo que queda bastante claro que si se sigue un buen parámetro de inversión, sí es posible vivir de los dividendos.

Un consejo clásico para conseguir incrementar exponencialmente las ganancias a través de los dividendos consiste en ser constante a la hora de invertir en dividendos. Hay inversores que optan por configurar una contribución automática de 200 o 300 euros mensuales para su cartera de dividendos crecientes. Empezar con esta cantidad debería ser sencillo para ir creándose un hábito e ir comprobando la capacidad creciente de este tipo de inversores.

Ahora bien, si quieres contribuir más, ¡será todavía mejor! Haz que tus contribuciones sean tan automáticas como sea posible. De esta forma, podrás tener más tiempo para otras fuentes de ingresos pasivos, y podrás lograr antes tu objetivo de vivir de los dividendos. Y si eres, además, un buen ahorrador, cada año que pase intenta incrementar en un pequeño porcentaje tus contribuciones mensuales a este tipo de inversión, entre un 10 y un 20% de incremento será suficiente para que te vayas configurando una cartera de beneficios lo suficientemente fuerte y atractiva de cara a conseguir la ansiada jubilación.

¿Y si ya estoy jubilado?

La composición de los ingresos por dividendos es ciertamente ventajosa si tiene un cronograma a largo plazo. De hecho, cuando un inversor se decanta por la fórmula de invertir en dividendos lo hace habitualmente pensando en el largo plazo y con la vista puesta en la jubilación. Sin embargo, ¿qué ocurriría en el caso de que ya estés jubilado? Para estos inversores, el crecimiento de los dividendos más un rendimiento un poco más alto podría ser la solución ideal.

Primero, los inversores que ya están jubilados y que buscan vivir de sus dividendos pueden querer aumentar su rendimiento. Las acciones y valores de alto rendimiento, tales como sociedades limitadas maestras, y acciones preferentes, generalmente no generan mucho; sin embargo, agregarlos a una cartera aumentaría el rendimiento actual de tu cartera. Eso contribuirá en gran medida a ayudarte a pagar las facturas actuales.

No obstante, los inversores que ya estén jubilados y cobrando la pensión no deberían rehuir de las acciones clásicas de crecimiento de dividendos. Hay empresas, especialmente aquellas con tasas de crecimiento de dividendos promedio más altas, que aumentarán los ingresos por dividendos a las tasas de inflación o superiores a éstas y ayudarán a generar ingresos en el futuro. Al agregar este tipo de empresas a una cartera, los inversores sacrifican parte del rendimiento actual para obtener un mayor beneficio en el futuro.

Si bien un inversor con una cartera pequeña puede tener problemas para vivir de sus dividendos por completo, los pagos crecientes y constantes contribuirán en gran medida a reducir los retiros de capital, con lo que el ahorro estará garantizado.

Una vez sabes que sí es posible vivir de los dividendos, no deberás descartar otras formas de inversión más seguras que la inversión en acciones, como son las cuentas de ahorro y los depósitos bancarios. Recuerda que todo buen inversor tiende a diversificar su cartera para obtener los máximos rendimientos y si te estás planteando obtener una ingente cantidad de ahorros a largo plazo recurriendo para ello a los dividendos, otra opción es abrir un depósito a plazo fijo, que también te aportará cierta rentabilidad con el tiempo.