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¿Quieres rentabilizar tus ahorros y estás pensando en invertir en fondos mutuos? Infórmate de los diferentes tipos que hay, así como de sus características principales y más. Sigue leyendo y descubre con Raisin todo lo que debes saber al respecto.
Es un tipo de fondo de inversión con aportes de personas físicas y jurídicas. Con estos aportes los inversores buscan obtener una rentabilidad de los activos.
Están gestionados por expertos y algunas de sus comisiones están reguladas por ley. Asimismo, se pueden clasificar según el tipo de renta, el riesgo y su origen.
Su flexibilidad, fiscalidad ventajosa, liquidez, diversificación, regulación y accesibilidad son sus principales ventajas.
¿Quieres invertir con bajo riesgo? Opta por fondos mutuos estructurados o garantizados, o elige productos de ahorro como los depósitos a plazo fijo.
Los fondos mutuos son fondos de inversión con aportes de personas físicas y jurídicas. Una sociedad administradora de fondos se encarga de gestionar y administrar estos aportes con el objetivo de obtener una rentabilidad que se reparte entre los diferentes inversores.
El riesgo y la rentabilidad varían según los activos, por eso, algunos pueden ser riesgosos mientras que otros son de bajo riesgo y una buena opción para inversores de perfil conservador. Debido a que hay diferentes tipos, tampoco hay una cantidad mínima de inversión. En cualquier caso, la gestora del fondo se encarga de establecer el capital mínimo y las posibles comisiones de gestión.
Los fondos mutuos se pueden clasificar en base a diferentes criterios.
Variables: más del 75 % de los activos son de renta variable, es decir, activos financieros con una rentabilidad que varía cada mes. Por lo general, la rentabilidad es más alta que en la renta fija, pero los activos de renta variable también son más riesgosos. Un ejemplo son las acciones de empresas.
A medio plazo: los activos tienen un plazo de vencimiento de un año a cinco años.
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Invertir en fondos mutuos es bastante sencillo, ya que la gestora del fondo es la encargada de gestionarlo y administrarlo. Esto significa que solo tienes que comparar y elegir el que se adapte a tus metas de inversión y a tu perfil.
Si no tienes muchos conocimientos del mundo financiero, puedes contratar los servicios de un asesor que te ayude a escoger según tus necesidades y preferencias. Lo más importante es que leas el documento de datos fundamentales para el inversor (DFI) de los fondos mutuos en los que estés interesado, ya que ahí se detallan todas las características: política de inversión, comisiones del fondo de inversión, tipo de cambio, liquidez, etc.
Igualmente, es recomendable que revises los reglamentos de participación, pues contienen toda la información relacionada con tus derechos y obligaciones (en caso de rescate del fondo o de traspaso, entre otros).
Una vez te hayas decidido, solo tienes que firmar el contrato de administración y hacer tu aportación a la cuenta del fondo mutuo. Por último, recuerda que debes seguir de cerca su evolución.
Toda inversión implica un riesgo, y los fondos mutuos no son una excepción. Con todo, ese riesgo varía según los activos que compongan la cartera. Estos activos pueden ser de renta fija o variable, y en función del porcentaje del tipo de renta, el fondo mutuo será más o menos riesgoso.
A modo de ejemplo, un fondo mutuo compuesto en un 80 % por activos de renta fija, como depósitos y bonos, es menos riesgoso que uno que solo invierte en instrumentos de renta variable, como las acciones de empresas.
En definitiva, invertir en fondos mutuos es seguro, pero debes ser consciente de que existe un riesgo. Por otro lado, revisa siempre que esté listado en la página web de la CNMV.
Al igual que otros fondos de inversión como los fondos temáticos o los fondos indexados, la rentabilidad no suele estar garantizada. Consecuentemente, es imposible conocer el beneficio que obtendrá un inversor al invertir en fondos mutuos.
La ganancia de una inversión depende de la evolución de los activos, aun así, sí se puede calcular la rentabilidad que ha tenido un fondo mutuo en un periodo determinado del pasado, lo que se conoce como rendimiento histórico. Para hacerlo, solo tienes que aplicar la siguiente fórmula:
Rentabilidad (%) = [(Valor Cuota Fecha Final /Valor Cuota Fecha Inicial) – 1] x 100
Los fondos mutuos tienen las siguientes ventajas:
¿Conoces los fondos temáticos? Haz clic y descubre las características de este tipo de fondo de inversión.
Muchos inversores se hacen la pregunta: ¿dónde invertir mi dinero? Lo cierto es que hay más de una respuesta a esta pregunta porque depende de las preferencias de cada inversor y, sobre todo, del nivel de riesgo que quiere asumir. Por ejemplo, un inversor que quiera poco riesgo, puede optar por un fondo mutuo estructurado o garantizado porque no perdería su capital. Pero también puede elegir productos de ahorro como los depósitos a 3 meses o a otros plazos de vencimiento, que tienen un indicador de riesgo de 1 sobre 6, y hasta 100.000 € por depositante y banco están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos nacional.
Si, en cambio, prefiere productos más riesgosos porque pueden darle más rentabilidad, puede invertir su capital en fondos mutuos de capitalización y diversificar con cuentas de ahorro y renta fija.