Rentabilidad de retorno absoluto o relativo: ¿cuál es la mejor opción?

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Tanto el retorno absoluto como el retorno relativo son dos conceptos de inversión que se han convertido en estrategias importantes dentro de la gestión de fondos. Cada una de ellas tiene sus adeptos y sus detractores aunque, en mayor o menor medida, ambas se han convertido en filosofías muy seguidas por los inversores.

Pero ¿cuál es mejor? ¿Qué estrategia proporciona mejores resultados a medio y largo plazo? ¿Cómo se interpretan? Descubre esto y más con Raisin.

En pocas palabras
  • El retorno absoluto es una forma de medir el beneficio de una inversión sin tener en cuenta las condiciones del mercado.

  • El retorno relativo mide la ganancia de un activo en relación al índice de referencia. El objetivo es que sea igual o mejor.

  • No hay un retorno mejor que otro, dependerá del riesgo que quieras asumir y de tus necesidades. Por otra parte, son conceptos que suelen utilizarse para hablar de la rentabilidad de un fondo de inversión.

  • Puede que un fondo no sea la mejor inversión para ti. Si quieres rentabilizar tus ahorros con productos de bajo riesgo, también puedes considerar los depósitos a plazo fijo y las cuentas de ahorro.

Qué es el retorno absoluto

El retorno absoluto no es más que la medición de la rentabilidad de un instrumento financiero obtenida en un periodo de tiempo, generalmente un año. En este sentido, es una filosofía de inversión que persigue beneficios constantes y positivos, con independencia de las condiciones del mercado. 

El gestor que sigue esta estrategia selecciona aquellos activos que cree que mejor se van a comportar de acuerdo a la coyuntura financiera de ese momento para que los inversores no tengan pérdidas.

La gestión de los fondos de retorno absoluto es libre, y trata de descorrelacionar lo máximo posible de la evolución del mercado, especialmente en periodos bajistas. Para ello, se escogen diferentes tipologías de activos, se adoptan posiciones cortas y se utilizan derivados financieros que actúan como cobertura, entre otras estrategias.

Así pues, la rentabilidad de estos instrumentos depende de la habilidad del equipo gestor para seleccionar correctamente aquellos activos que mejor se comporten en la situación del mercado. Por eso, los fondos de retorno absoluto suelen tener un riesgo bajo que contribuye a lograr el objetivo de una rentabilidad positiva, aunque generalmente inferior a la de productos de mayor riesgo.

En el caso particular de los fondos de inversión, son casi siempre fondos de autor, porque el devenir está ligado a los conocimientos y habilidades del gestor del fondo de inversión. Sin embargo, no todos los fondos de este tipo logran rentabilidades positivas.

Qué es el retorno relativo

El retorno relativo mide la rentabilidad de un activo en relación con la media del mercado, siendo un indicador de la habilidad del gestor para superar al mercado. En este sentido, el objetivo del retorno relativo no es obtener siempre beneficios, sino hacerlo mejor (o, al menos, igual) que el índice de referencia.Por tanto, no se trata de elegir activos financieros contracíclicos, sino de intentar superar los periodos alcistas y suavizar los periodos bajistas, aunque se tengan que asumir rentabilidades negativas algunos años. Esta estrategia es seguida por algunas filosofías populares, como el value investing, e incluso por gestores de fondos automatizados, como los robo advisors.

Ejemplo de retorno absoluto y retorno relativo

¿Un 2 % de rentabilidad es un buen o un mal resultado? Pues depende. En un contexto alcista de mercado, en el que los principales índices están obteniendo resultados por encima del 10 %, es una pésima rentabilidad. Sin embargo, si el mercado cae un 20 % en un año, el resultado es excelente.

Esta es la principal diferencia entre un inversor que sigue una filosofía de retorno absoluto y otro que sigue una de retorno relativo. El primero considerará más que aceptable la rentabilidad positiva. Sin embargo, el segundo lo hará dependiendo de las condiciones del mercado. Que el resultado sea bueno o no dependerá de un punto de referencia o del mercado en general.

Retorno absoluto o retorno relativo: cuál es la mejor opción

No existe una respuesta única a esta pregunta, ya que depende del perfil del inversor. En teoría, un inversor conservador apostará por el retorno absoluto, ya que sabe de antemano que es una estrategia que preserva su capital, aunque sea a costa de obtener menores rendimientos. Eso sí, nadie garantiza que se vayan a conseguir los objetivos de manera constante, y es posible que el retorno absoluto tenga momentos de pérdidas.

Por su parte, el retorno relativo sí que puede acarrear pérdidas, aunque los beneficios suelen ser mayores en momentos alcistas, especialmente cuando se supera la rentabilidad del mercado. En este caso, todo depende de la capacidad del gestor para lograr mejores resultados que el mercado de forma sostenida a largo plazo, una tarea complicada que no siempre se consigue.

Sea como fuere, ambas estrategias son dos caras de una misma moneda, ya que forman parte del amplio abanico de opciones que brindan los fondos de inversión y otros productos análogos.

Fondos de inversión de retorno absoluto

Los fondos de inversión de retorno absoluto son muy populares entre los inversores con alta aversión al riesgo, es decir, aquellos que quieren obtener una ganancia sin perder su dinero. Para conseguirlo, se equilibra el riesgo total del fondo de retorno absoluto con instrumentos de renta fija, y las políticas de inversión son flexibles.

En cualquier caso, recuerda que diversificar tu cartera es la mejor estrategia de inversión, y que también puedes contratar productos de ahorro de bajo riesgo. Por ejemplo, depósitos bancarios y cuentas remuneradas que te den unos intereses fijos.