En 2024, la deuda pública cayó hasta el 101,8 % del producto interior bruto (PIB), más de tres puntos porcentuales respecto a 2023 (105,1 %). Esta caída se debe a que la economía creció un 3,2 %. Aunque en términos absolutos la deuda aumentó en más de 40.000 millones hasta alcanzar los 1,6 billones, la relación deuda/PIB ha mejorado significativamente, y se ha alejado de los picos registrados durante la pandemia.
La deuda de España bajó al 101,8 % del PIB en 2024, una caída de más de tres puntos porcentuales gracias al crecimiento económico del 3,2 %.
Se espera que la deuda siga bajando, pero organismos como el FMI advierten que podría volver a subir debido al envejecimiento de la población y al aumento del gasto en pensiones y sanidad.
El Ministerio de Economía, Comercio y Empresa ha destacado que esta reducción supera en 0,7 puntos porcentuales el objetivo establecido en el Plan Presupuestario, que preveía una deuda del 102,5 % para 2024. Este logro se atribuye a la positiva evolución de la economía y al compromiso de España con la responsabilidad fiscal. De cara al futuro, el Gobierno proyecta una disminución continua de la deuda pública, y estima que alcanzará el 98,4 % en 2027, el 90,6 % en 2031 y el 76,8 % en 2041.
El Ejecutivo anticipa que el PIB crecerá un 2,6 % en 2025, por lo que la tendencia descendente de la ratio deuda/PIB se mantendría. En tal caso, España cumpliría con sus objetivos presupuestarios y demostraría que su crecimiento es menos vulnerable a eventos externos. No obstante, organismos internacionales como la OCDE y el FMI advierten que es necesario abordar la sostenibilidad de las finanzas públicas españolas a largo plazo. Sin ajustes adicionales, la ratio deuda/PIB podría estabilizarse en torno al 100 % e incrementarse a partir de 2029 debido al envejecimiento de la población y al aumento del gasto en pensiones y sanidad.
La participación del Banco Central Europeo (BCE) disminuye, y según estimaciones de CaixaBank, la proporción de deuda en manos del BCE disminuirá hasta el 25,7 % en 2025. Este cambio refleja que los inversores confían más en la economía española y que la base de tenedores de deuda se ha diversificado.
A pesar de la reducción en la ratio deuda/PIB, el coste de la deuda sigue siendo un aspecto relevante. Aunque el coste medio de las emisiones del Tesoro se redujo en 2024, se espera un aumento moderado en 2025 debido a que los tipos de interés actuales son mayores.
Publicado por Clara Estela
Consultora de comunicación y marketing. Ha trabajado para varias empresas financieras de Alemania y Oriente Medio (social trading, préstamos, pagos y banca). Sus temas favoritos: ahorro, inversión inmobiliaria y tributación internacional.