06.09.2017 | 4 minutos de lectura | Imprimir artículo

Radiografía de un depósito a plazo fijo | Raisin

¿Qué es un depósito a plazo fijo?

Los depósitos a plazo son un tipo de depósitos bancarios en los que un ahorrador entrega una cantidad de dinero a una entidad de crédito durante un periodo de tiempo. En contraprestación a esta entrega, la entidad ofrece un interés/remuneración al finalizar el plazo del depósito o bien mediante un pago periódico de intereses. En esta modalidad de depósito, al igual que con las cuentas corrientes o depósitos a la vista existe la posibilidad de retirar el dinero. Sin embargo, para ello existe una comisión de penalización que aparece recogida en el contrato. A cambio de ello, la rentabilidad de los depósitos a plazo suele ser mayor que la de los depósitos a la vista o de las cuentas corrientes.

¿Qué derechos y obligaciones contraigo con los depósitos a plazo fijo?

Al contratar un depósito a plazo, el ahorrador adquiere el derecho de la devolución del capital invertido en el plazo pactado más una cantidad adicional en concepto de intereses. Esta cantidad se abona al finalizar el plazo o durante el periodo de tiempo que dura el depósito, según se haya pactado entre cliente y entidad. Junto con este derecho, al cliente también se deben facilitar tanto el documento del contrato, como los documentos de liquidación de intereses. Asimismo, un cliente tiene derecho a usar el dinero depositado en este tipo de productos asumiendo la comisión de penalización correspondiente.

En cuanto a las obligaciones que asume el cliente, en primer lugar está facilitarle a la entidad todos los datos identificativos que le solicite para poder establecer el contrato. A esto se le añade el pago de las comisiones pertinentes y si se produce un descubierto (retirada de dinero de un depósito por encima del saldo disponible por el que la entidad adelanta recursos al depositante) devolver los fondos otorgados por el banco junto con los intereses pactados.

Ejemplo de cómo funciona un depósito a plazo fijo

Para ver con más claridad cómo funciona un depósito a plazo fijo lo ilustraremos con el siguiente ejemplo.

Supongamos que contratamos un depósito con una entidad de crédito bajo las siguientes condiciones:

Capital depositado e importe de la imposición 10.000 euros

Plazo 3 años

Interés nominal 2% anual que se paga al final de cada año

Con estas condiciones este depósito remunera en concepto de intereses 200 euros al año de los cuales un 19% de los mismos son retenidos en concepto de pagos de intereses por Hacienda. De esta forma, de los 200 euros de intereses la entidad de crédito abona a Hacienda en nombre del cliente 38 euros, mientras que el cliente recibe un efectivo en concepto de intereses de 162 euros.

Supongamos ahora que en este depósito a plazo fijo figurase una comisión por cancelación anticipada del 4%, sin que pueda exceder la penalización los intereses devengados desde que se contrató el depósito y se quiere retirar el dinero al año y medio desde que se contrató.

En este caso, la comisión por cancelación anticipada del 4% se hace sobre el capital depositado. Esto es, si el capital depositado el importe de la imposición son 10.000 euros el 4% correspondiente serían los 400 euros el importe de la comisión de penalización a pagar. No obstante, al transcurrir año y medio se ha procedido al abono de los intereses del primer año con lo que dado que la penalización pactada no puede superar los intereses devengados hasta el momento, la comisión de penalización se queda en 200 euros.

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