14.08.2020 | 5 minutos de lectura | Imprimir artículo

¿Cómo han evolucionado las bolsas en la primera mitad del año?

Sin que todavía hayamos llegado al último trimestre del año, el año actual de las bolsas ha sido posiblemente uno de los más convulsos y volátiles que se recuerdan. La pandemia del coronavirus ha marcado el año 2020 en los mercados financieros, especialmente durante la primera mitad del mismo, que estuvo marcado por una primera ola de la COVID-19 que prácticamente paralizó la actividad económica a nivel mundial.

El primer trimestre: caídas generalizadas a nivel mundial

Los meses de febrero y marzo marcaron algunas de las mayores caídas de la historia. Esta situación tuvo su máximo exponente el 13 de marzo de 2020, una de las jornadas más negras en los mercados mundiales. El IBEX-35 sufrió la peor sesión de su historia, al caer un 14,06%, una caída superior en magnitud a la que se produjo en cualquier momento de la crisis de 2008 y, por supuesto, que la caída de la sesión del Brexit.

En Europa, la situación no fue muy diferente a la española: el CAC 40 francés y el DAX alemán se dejaron más de un 12% cada uno en esa sesión, y el FTSE británico, más de un 10%. Y los índices estadounidenses no fueron ajenos a esta crisis, a pesar de que su impacto golpeó bastante después. El Dow Jones sufrió la mayor caída desde el Lunes Negro de 1987, al dejarse un 10%, mientras que el S&P y el Nasdaq se desplomaron un 9,51% y un 9,43% respectivamente.

Sin embargo, las caídas no acabaron ahí. Tan solo tres días después de esta jornada negra se produjo una nueva sesión de caídas generalizadas y abruptas. El 16 de marzo tuvo lugar otro lunes negro que fue aún peor para los índices americanos y asiáticos. De hecho, el Índice Dow Jones Industrial Average (DJIA) cayó un 12,93%, el S&P 500 perdió un 11,98% y el Nasdaq Composite, un 12,32%.

A todo ello hay que sumar lo que ocurrió con las materias primas, especialmente el petróleo. El 20 de abril, el West Texas Intermediate (WTI), que se utiliza como referencia especialmente en Estados Unidos, cotizó en negativo por primera vez en su historia. A causa del confinamiento, en muchos países del mundo, se alcanzó el límite de capacidad de almacenamiento, lo que hizo que los inversores quisiesen desprenderse de sus contratos de futuros, lo que impulsó el precio del barril a un histórico -37,66 dólares.

La recuperación ha venido marcada por las tecnológicas estadounidenses

Diversos analistas coincidían en que la recuperación de los mercados se produciría de forma rápida, y muchos advertían la posibilidad de que fuese incluso en forma de “V”, con una salida muy rápida. Y, atendiendo a la situación actual de los mercados mundiales, se puede afirmar que los expertos no iban muy desencaminados, al menos si nos fijamos en el mercado norteamericano.

Los principales índices mundiales se han recuperado de una manera muy rápida, aupados sobre todo por el crecimiento de las empresas tecnológicas, y muy especialmente de las FAANG (Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google – Alphabet) y Microsoft. No en vano, el NASDAQ, el selectivo estadounidense, y que engloba a las principales compañías tecnológicas del país, ha crecido un 60% desde marzo, hasta llegar a máximos históricos, lo que pone de manifiesto la importancia de este tipo de empresas en el contexto actual.

Algo similar ha ocurrido con el S&P 500, el índice de Estados Unidos que concentra las 500 principales empresas cotizadas del mercado americano, que ya se encuentra cerca de su máximo histórico registrado en febrero, justo antes de las históricas caídas provocadas por la pandemia. De hecho, este índice ha crecido un 50% desde mínimos.

Sin embargo, la recuperación ha sido desigual según el sector del que estamos hablando. Las FAANG ya suponen un cuarto de la capitalización total del principal selectivo americano, situándose todas ellas en máximos históricos y demostrando la hegemonía tecnológica en un contexto de crisis sanitaria como el actual.

La situación en Europa: diferencias entre países

A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, Europa no está viviendo una recuperación tan rápida, aunque sí es significativa. El Eurostoxx, uno de los principales índices europeos, ya ha subido un 37% desde mínimos; el CAC francés, un 30%; el DAX alemán, un 50%; el FTSE 100 inglés, un 20% y el IBEX-35, un 13,8%.

Sin embargo, todos ellos están lejos de los niveles de febrero. Tan solo el DAX se acerca a las cotizaciones de niveles previos a la pandemia, ya que su resultado en el año es del -4,33%. Pero el FTSE 100 pierde un -20%; el CAC, un -18%; y el IBEX-35, un -27%.

El oro, de nuevo activo refugio

Mención especial merece el oro, el metal precioso que tradicionalmente ha servido como activo refugio ante crisis de confianza en los mercados financieros. Y la actual situación de incertidumbre no ha sido una excepción. En lo que va de año el oro se ha revalorizado el 35%, hasta los 2.045 dólares, perforando los anteriores máximos históricos de 2011.

De hecho, el oro se ha comportado en este 2020 mejor que cualquiera de las grandes bolsas a nivel mundial azotadas por la pandemia; los bonos, influenciados por las medidas expansivas de los grandes bancos centrales; el petróleo, con la demanda hundida; o los índices de materias primas.

En definitiva, los inversores han vivido una primera mitad del año que difícilmente olvidarán.Su evolución dependerá, en buena medida, de lo que ocurra con la crisis sanitaria en los próximos meses.