23.02.2021 | 5 minutos de lectura | Imprimir artículo

¿Cómo podemos evitar y prever los tipos de interés negativos en 2021?

Desde hace unos años, la política monetaria de los bancos centrales está provocando un fenómeno económico sin precedentes: la presencia generalizada de tipos de interés negativos, especialmente en la renta fija. Una situación que la crisis de la covid-19 no ha hecho otra cosa que acentuar, ya que las entidades bancarias ya prevén que el euríbor continuará en negativo durante, al menos, otros diez años más.

El negocio bancario es el claro perdedor de este nuevo paradigma. El cierre de sucursales, la reducción de su infraestructura y las fusiones bancarias no están siendo suficientes, y ya son varias las entidades que empiezan a aplicar comisiones de mantenimiento en sus cuentas corrientes y depósitos. Unas decisiones que solo perjudican a los clientes bancarios, especialmente a los ahorradores más conservadores que tradicionalmente tenían su dinero en depósitos a plazo fijo.

El efecto de los bajos tipos de interés sobre los productos bancarios

Los bajos tipos de interés tienen un cierto impacto sobre la contratación de la mayoría de productos bancarios, a veces a favor del cliente y en otras en su contra. Esto es especialmente relevante en la oferta de las grandes entidades, que son aquellas cuyos costes operativos son mayores y, al mismo tiempo, las que ofrecen una mayor resistencia al cambio.

Hipotecas más baratas

El principal objetivo de la reducción de tipos de interés es aumentar la inflación, incentivando para ello el consumo a través de una financiación más barata. Y aunque no está claro que se haya logrado este objetivo, lo cierto es que sí ha tenido un impacto significativo en el euríbor, el principal indicador de las hipotecas, cuyo valor ya llega al -0,505%.

Esto ha hecho que las hipotecas se hayan abaratado de manera significativa, beneficiando a aquellos que tienen su préstamo a tipo variable y referenciadas al euríbor.

Depósitos a plazo fijo con baja remuneración

Buena parte de los beneficios de la banca provienen del conocido como margen de intermediación, que básicamente se calcula como la diferencia entre el interés del activo (de los préstamos concedidos) y del interés del pasivo (depósitos y otras cuentas). Por eso, ante una caída en los intereses de los préstamos concedidos a clientes, la contrapartida es una caída significativa del interés de los depósitos a plazo fijo.

De hecho, según datos del Banco de España, el tipo de interés aplicados por las entidades de crédito en 2020 a sus depósitos a plazos superiores a dos años fue del 0,11%. Por poner este dato en perspectiva, en 2008, el interés medio de los depósitos era superior al 4%.

Más comisiones

El margen de intermediación ha dejado de ser suficiente. Las entidades se han visto obligadas a reducir costes operativos y aumentar ingresos por otras vías para reemplazar los beneficios tradicionales de la banca. En la actualidad, son muchas las entidades que han comenzado a aplicar comisiones a los clientes con escasa vinculación con la entidad y elevados saldos.

Cómo evitar el impacto de los tipos de interés negativos

Como hemos visto, los bajos tipos de interés tienen un impacto muy negativo para los clientes bancarios con depósitos y cuentas corrientes en España, a pesar de que es un entorno propicio para fomentar el endeudamiento.

Sin embargo, en algunos países de Europa, la situación es significativamente mejor. El Banco de España sitúa el tipo de interés medio de los productos de depósito comercializados por las entidades del viejo continente en el 0,72%, bastante superior a la media española. Aunque la situación es diferente según el país.

Según el Informe Europeo del Ahorro de Raisin, en Suecia, Polonia, Noruega o Italia, los bancos llegan a ofrecer productos con un tipo de interés superior al 1% TAE en productos con plazos superiores al año, algo muy difícil de encontrar en los depósitos o cuentas remuneradas españolas. En el lado contrario se encuentran Países Bajos, Austria o Francia ofrecen los depósitos menos rentables.

Pero, ¿hay que desplazarse hasta una sucursal de esos países para contratar estos depósitos? Pues lo cierto es que no. En la actualidad, es posible invertir en depósitos a plazo fijo europeos, que ofrecen rentabilidades de hasta el 3,60 % TAE de forma totalmente online a través de plataformas como Raisin, de forma 100% online y sin comisiones.

Pero, ¿qué ocurre con la seguridad que proporciona el Fondo de Garantía de Depósitos? La respuesta es que los clientes estarán igual de protegidos que ahorrando en España. Los diferentes fondos de garantía de depósitos aseguran los 100.000 primeros euros por titular y entidad, con independencia del banco y el país elegido.

En definitiva, todavía hay alternativas a los bajos tipos de interés, pero los ahorradores deberán buscar fuera de las sucursales tradicionales e incluso fuera de su país.