Depósitos en especie: ¿en qué consisten?

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Los depósitos en especie son una alternativa a los depósitos convencionales. ¿Quieres saber todos los detalles sobre este producto de ahorro? A continuación te contamos qué son y sus características principales.

En pocas palabras
  • Son depósitos bancarios que ofrecen regalos como interés. Por lo general, suelen ser bienes de uso doméstico como vajillas y cubertería, aunque en la actualidad muchas entidades regalan productos tecnológicos.

  • Con un depósito en especie el ahorrador puede tener la percepción de obtener una rentabilidad mayor por el precio que tiene ese bien en el mercado.

  • Si vas a contratar un depósito regalo, debes tener en cuenta el importe mínimo y máximo, el plazo de vencimiento, el tipo de interés y la utilidad que le vas a dar al bien.

  • A la hora de decantarse por un depósito en especie o uno convencional, revisa la TAE y reflexiona sobre si necesitas el producto que regalan o no.

¿Qué son los depósitos en especie?

Los depósitos en especie, también conocidos como depósitos regalo, son un tipo de depósitos a plazo fijo en los que el ahorrador entrega a la entidad bancaria una cantidad de dinero durante un plazo de tiempo determinado y recibe un regalo como contraprestación. 

En otras palabras, en lugar de recibir la rentabilidad de manera monetaria como con los depósitos a plazo fijo tradicionales, los intereses se materializan en un bien específico que ofrece la entidad bancaria. Además, este suele entregarse al cliente al comienzo del depósito y no al vencimiento, como sucede en los depósitos a plazo fijo convencionales.

Estos regalos ofertados por el banco suelen ser productos de uso doméstico como vajillas, cubertería o pequeños aparatos electrónicos. No obstante, en los últimos años la estrategia de los bancos ha sido atraer a clientes más jóvenes con depósitos en especie que regalan productos tecnológicos, como smartphones, tablets y similares.

¿Por qué los bancos ofrecen depósitos en especie?

Quizá te estés preguntando por qué los bancos dan una remuneración en especie y no dinero. Una de las razones es que algunos ahorradores pueden percibir que el valor obtenido es mayor, ya que creen que es más valioso obtener dicho regalo en concepto de intereses que recibir el dinero en sí. 

Esto cobra más sentido en depósitos bancarios de baja cuantía, en los que los intereses a percibir son también cantidades pequeñas. En estos casos, el producto físico puede tener un valor más alto que los intereses en metálico. Es decir, la remuneración en especie tiene un precio superior en el mercado. 

Sin embargo, cuando los bancos compran un bien determinado para regalar con los depósitos en especie, lo hacen en grandes cantidades, por lo que el precio de adquisición es inferior al precio de mercado del producto. Este hecho incrementa el atractivo de los depósitos con remuneración en especie, sobre todo si los tipos son bajos.
En definitiva, las entidades bancarias buscan incrementar la percepción de la rentabilidad que los clientes obtienen de sus ahorros mediante productos como el depósito en especie.

Qué tener en cuenta para contratar un depósito en especie

Si quieres abrir un depósito regalo, estas son las características que debes tener en cuenta:

  • Importe mínimo y máximo: al remunerar a los ahorradores con productos físicos o servicios que son indivisibles, los bancos establecen un importe mínimo y máximo de contratación. Asimismo, puede que la entidad ofrezca diferentes tipos de regalo dependiendo de las cuantías a depositar. De esta manera, a mayor cantidad depositada, mayor valor del regalo a recibir.

  • Plazo de vencimiento: normalmente, los depósitos en especie no permiten la cancelación anticipada. Y es que, como el regalo suele entregarse al comienzo del depósito, no se puede retirar el dinero hasta el vencimiento. Si se diera el caso, el banco cobraría el valor de mercado del producto regalado, por lo que no se permite devolver el regalo en sí, sino el importe del mismo.

  • Tipo de interés: al igual que en cualquier depósito a plazo fijo, los depósitos con remuneración en especie también han de indicar su rentabilidad real. Esto se refleja en la tasa anual equivalente, la TAE, que se calcula teniendo en cuenta el valor del regalo y descontando cualquier tipo de comisión o coste asociado del depósito en cuestión. Con la TAE puedes comparar fácilmente la rentabilidad de diferentes productos financieros, sean los intereses en metálico o en especie.

  • Utilidad del producto: otro punto a valorar es si realmente te interesa el bien que el banco ofrece en concepto de intereses. Puede que el regalo te vaya a resultar útil y satisfaga una necesidad latente o, por el contrario, puede que lo guardes en el fondo de un armario y nunca lo utilices. Por lo tanto, debes pensar qué utilidad podrías darle al obsequio del depósito en especie.

Tributación de los depósitos en especie

Al igual que con los depósitos con intereses en metálico, los depósitos regalo también están sujetos a tributación y así lo establece la Agencia Tributaria. En este sentido, por muy pequeño que sea el valor del regalo recibido por el cliente, este deberá ser incluido en la declaración de la Renta (excepto en los casos en los que sea el banco el que aplique la retención sobre los regalos o intereses, por lo que conviene informarse de esta cuestión).

En concreto, deberá computarse como ingreso íntegro el valor de mercado de los bienes o servicios recibidos en la base imponible del ahorro del modelo 100 (rendimientos del capital mobiliario). A dicho valor se adicionará el ingreso a cuenta, salvo que su importe hubiera sido repercutido al perceptor de la renta. Por ende, el impuesto a pagar dependerá del valor del regalo de los depósitos en especie. Actualmente, existen los siguientes tipos impositivos:

  • Hasta 6.000 euros: 19 %

  • Entre 6.000 y 50.000 euros: 21 %

  • Entre 50.000 y 200.000 euros: 23 %

  • Entre 200.000 y 300.000 euros: 27 %

  • Más de 300.000 euros: 28 %

Con todo, los depósitos con remuneración en especie no suelen ofrecer regalos con un valor superior a 6.000 euros, por lo que raramente se pagará más del 19 %.

Compara depósitos en especie y depósitos con intereses

Para elegir entre un depósito en especie o un depósito con intereses en metálico, hay que considerar diferentes aspectos. Primero, fíjate en la TAE, dado que muestra la rentabilidad real del producto financiero y es una forma fácil de compararlos.

Por otro lado, reflexiona sobre el regalo que ofrece el depósito con remuneración en especie. ¿De verdad lo necesitas? De no ser así, puede ser más conveniente obtener dinero con el que adquirir otros bienes y servicios que verdaderamente necesites.

Otro aspecto que debes analizar es el momento en que recibes un interés por tus ahorros. Al contratar un depósito regalo, lo más probable es que el banco te entregue ese bien al firmar el contrato del producto. En cambio, con un depósito a plazo tradicional tendrás que esperar a que acabe el plazo de vencimiento para tener la rentabilidad en tu cuenta bancaria.

En resumen, los depósitos en especie son una opción de ahorro que puedes valorar si necesitas el bien que regalan. Si este no es tu caso, en Raisin puedes acceder y contratar depósitos a plazo de entidades europeas que ofrecen una rentabilidad (en metálico) por tus ahorros. Los depósitos a plazo fijo de bancos europeos son productos de ahorro con un indicador de riesgo de 1 sobre 6, y están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos nacional, hasta 100.000 euros por cliente y banco.