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Para entender el origen de los tipos de interés negativos hay que remontarse al inicio de la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos en 2007. Ante el cierre del mercado interbancario y como resultado de la desconfianza generada, el Banco Central Europeo (BCE) decidió prestar dinero a las distintas entidades financieras. ¿Te gustaría saber más? Sigue leyendo para descubrir todo sobre el tipo de interés negativo.
En junio de 2014 el BCE situó el tipo de interés en negativo. Esta es una práctica que suele usarse en recesiones económicas.
El objetivo del tipo de interés negativo es potenciar los préstamos, las inversiones y el gasto para impulsar la economía.
Con los tipos de interés negativos, las hipotecas son más baratas y los préstamos más accesibles.
Si quieres obtener una rentabilidad, compara depósitos a plazo fijo y cuentas de ahorro de bancos europeos que sí den intereses.
El tipo de interés negativo es una política monetaria poco convencional llevada a cabo por el BCE, que busca que el dinero fluya y circule. La idea principal es que la población use su dinero, ya sea para comprar, prestar o invertir.
Con los tipos de interés en negativo, el Banco Central Europeo no paga ningún tipo de rentabilidad a los bancos cuando depositan el dinero en sus arcas. De hecho, las entidades que quieran mantener el dinero parado abonarán intereses por ello.
Sin embargo, cuando un banco tenga que reintegrar un préstamo al BCE, no pagará intereses. Por este motivo, devolverá una cuantía menor de la que realmente pidió. El objetivo último no es otro que penalizar a las entidades financieras que tengan sus depósitos paralizados en el Banco Central Europeo.
De esta forma, se incentiva a los bancos a que presten su dinero a las familias y las empresas, en favor de la economía comunitaria, el consumo y la inversión. No obstante, también hay algunos inconvenientes en el uso de los tipos de interés negativos, como el daño causado a la rentabilidad de la banca o la penalización para los ahorradores.
Los tipos de interés negativos afectan a tus finanzas: no puedes obtener una rentabilidad con productos de ahorro, los bancos aumentan sus comisiones y acceder a préstamos e hipotecas es más fácil.
Los tipos al 0 % penalizan a los ahorradores. Durante mucho tiempo fue muy difícil encontrar cuentas remuneradas o depósitos a 12 meses o con otros plazos de vencimiento que ofrecieran una rentabilidad elevada.
Aunque la gran banca española ha subido los tipos de interés de los productos de ahorro, estos siguen siendo más bajos que los que ofrecen los bancos europeos. Por tanto, para combatir la inflación y obtener un beneficio con tus ahorros es recomendable comparar rentabilidades de entidades financieras europeas.
Durante la época de tipos de interés negativos, las hipotecas referenciadas al euríbor fueron más baratas que nunca. La bajada de este indicador supuso un abaratamiento de las cuotas hipotecarias de los ciudadanos. Este dinero extra que las familias no gastaron se pudo destinar al ahorro o al consumo.
Sin embargo, la reducción de ingresos en concepto de intereses por hipotecas llevó a los bancos privados a aumentar los diferenciales sobre los que se aplica el euríbor y a fomentar la venta de hipotecas mixtas o fijas.
Los tipos al 0 % también facilitaron el acceso a los préstamos bancarios a particulares. Los bancos prefieren prestar su dinero a tener que pagar por tenerlo depositado en las arcas del BCE y, por eso, flexibilizan las condiciones de concesión. Esto puede implicar un problema en el futuro: el incremento exponencial de la morosidad.
Si los ingresos vía intereses son menores, las entidades bancarias aumentan sus ingresos a través de las comisiones. Particulares y empresas tienen que abonar tarifas cada vez más altas por realizar operaciones que antes les salían gratis, como transferencias bancarias, ingresos de cheques o pagos de impuestos, sobre todo, si se efectúan en las propias oficinas bancarias.
Los tipos de interés negativo tienen una serie de consecuencias, positivas y negativas, sobre las familias, las empresas y la banca tradicional:
El capital y la economía circulan de una forma más fluida.
Al poder acceder a préstamos más fácilmente, es más viable crear nuevos negocios.
Debido al ajuste del euríbor, se reducen los costes de endeudamiento para las casas y las empresas.
Aumenta la inflación y se devalúa la moneda, también las monedas más fuertes.
Los bancos aumentan sus tarifas o comisiones.
Los costes de importación pueden subir.
¿Sabes qué es el valor actual neto o VAN?
Raisin te permite acceder a depósitos bancarios y cuentas remuneradas de bancos europeos con tipos de interés superiores a los de la banca española. Estos productos de ahorro tienen un indicador de riesgo de 1 sobre 6, y hasta 100.000 euros por cliente y banco están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos nacional. Solo tienes que abrir una Cuenta Raisin y comparar plazos y rentabilidades:
Paso 1: Abre tu Cuenta Raisin en Raisin Bank AG. Haz clic en Hazte cliente y completa el proceso de registro. Lo puedes hacer de forma fácil desde tu móvil con la app de Raisin. Descárgala o escanea el código QR.
Paso 2: Compara plazos y rentabilidades, y elige el producto de ahorro que más se adapte a ti.
Paso 3: Transfiere fondos a tu Cuenta Raisin. Después, el dinero se transferirá automáticamente al producto que hayas seleccionado.