En la actualidad existen varios tipos de depósitos en el mercado financiero nacional e internacional. A continuación te mostramos todas sus características para que elijas el que más se adapte a tus planes.
Existen distintos tipos de depósitos bancarios: a la vista, estructurados, a plazo, con remuneración en especie, CIALP o de interés variable.
Ten en cuenta tu perfil de inversor (el riesgo y el beneficio que buscas) para escoger uno.
Los estructurados son los más complejos y los depósitos a la vista los más líquidos.
Si eres un inversor conservador y quieres rentabilizar tus ahorros con bajo riesgo, elige un depósito a plazo fijo.
El boletín de la CNMV afirma que los depósitos bancarios son el producto de ahorro preferido de los españoles. A continuación puedes ver los distintos tipos de depósitos bancarios que existen:
Los depósitos a plazo, también llamados depósitos a plazo fijo o imposiciones a plazo fijo, tienen una finalidad de ahorro. El depositante entrega una determinada cantidad de dinero a la entidad bancaria y se compromete a no retirarla durante un tiempo establecido. Es uno de los tipos de depósitos favoritos de los españoles, ya que es un producto de bajo riesgo con el que generar una rentabilidad.
Transcurrida la fecha de vencimiento, la entidad devuelve el capital junto con los intereses pactados al ahorrador. A efectos prácticos, es como un préstamo que el ahorrador hace al banco a cambio de un tipo de interés previamente acordado. Sin embargo, si necesitas acceder a tu dinero antes del plazo de vencimiento, puede que la entidad te cobre una comisión, por lo general, devolver parte o todos los intereses.
Asimismo, según el plazo de vencimiento, el depósito a plazo fijo puede ser a corto o largo plazo. A modo de ejemplo, si necesitas acceder a tu dinero en varios meses, sería mejor que optes por un depósito a 3 meses o un depósito a 6 meses.
El depósito a la vista, también conocido como cuenta corriente, cuenta de ahorro o cuenta bancaria, es un instrumento financiero líquido utilizado a diario, pues permite disponer del dinero depositado en cualquier momento.
Es un depósito sencillo que suele tener pocos requisitos de apertura. Su objetivo principal no es proporcionar rentabilidad al ahorrador, sino actuar como soporte operativo para realizar distintas operaciones como ingreso en cuenta, pagos, transferencias, domiciliación de recibos o sacar dinero en cajeros automáticos.
Normalmente, estos tipos de depósitos cobran comisiones de administración, mantenimiento, por descubiertos en cuenta o por hacer transferencias. No obstante, la mayoría de entidades financieras o neobancos ofrecen algunas ventajas si se domicilia la nómina o un cierto número de recibos bancarios.
Con el objetivo de captar clientes, algunas entidades ofrecen una remuneración en especie en lugar de intereses en metálico. Estos regalos varían desde un robot de cocina, hasta un televisor, pasando por una videoconsola, una vajilla o un balón de fútbol.
Este es otro de los tipos de depósitos bancarios en el que el depositante se compromete a mantener su capital depositado durante el plazo estipulado en el contrato. Si decidiese rescatarlo antes, tendría que abonar una penalización que suele equivaler al precio del regalo.
Cabe señalar que la rentabilidad de los depósitos en especie, aunque sea un producto físico, está sujeta al pago de impuestos en la declaración de la Renta. La entidad financiera debe informarte de su valor y de la retención a cuenta practicada.
Los CIALP o cuenta individual de ahorro a largo plazo son un tipo de depósito bancario que nació en 2015 junto a los SIALP (seguros individuales de ahorro a largo plazo) con la finalidad de fomentar el ahorro. Mientras que los CIALP son comercializados por los bancos, los SIALP son gestionados por las aseguradoras. También son conocidos como Plan de Ahorro 5.
Para poder disfrutar de las ventajas fiscales de los CIAL o SIALP, debes cumplir con una serie de condiciones:
En este tipo de depósito bancario el ahorrador no conoce de antemano la ganancia que va a recibir por su dinero, ya que la renta es variable. La mayoría de los bancos que comercializan este tipo de depósitos bancarios ofrecen la rentabilidad del euríbor más un diferencial fijo.
Este es el producto de ahorro más complejo de la lista de los distintos tipos de depósitos bancarios. Está dirigido principalmente a inversores moderados (riesgo medio) e inversores agresivos (riesgo alto) que quieran exponerse a activos o incluso a mercados de difícil acceso.
Igualmente, un depósito estructurado es la suma de dos productos financieros: un depósito a plazo fijo y un producto de inversión de renta variable. Por este motivo, los rendimientos de los depósitos estructurados dependen en mayor o menor medida del producto de inversión subyacente, como los índices bursátiles, las materias primas o la cotización de las acciones de una empresa.
En Raisin puedes acceder a depósitos bancarios a plazo fijo de bancos europeos y españoles con hasta un 3,15 % TAE. Contratar uno es muy fácil, solo debes seguir los siguientes pasos:
Paso 1: Abre tu Cuenta Raisin en Raisin Bank AG. Haz clic en Hazte cliente y completa el proceso de registro. Lo puedes hacer fácilmente desde tu móvil con la app de Raisin. Descárgala o escanea el código QR.
Paso 2: Compara plazos y rentabilidades. Elige el depósito que más se adapte a ti.
Este tipo de depósito bancario es de bajo riesgo: tiene un indicador de riesgo de 1 sobre 6 y hasta 100.000 € por depositante y banco están protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos del país en el que contrates el producto.
Para elegir entre los distintos tipos de depósitos bancarios, analiza los siguientes aspectos:
Perfil del inversor: ¿tienes alta aversión al riesgo? Si eres un inversor conservador, escoge los tipos de depósitos con menos riesgo, por tanto, tendrás que descartar los depósitos a interés variable.
Plazo de vencimiento: ¿cuánto tiempo puedes prescindir de tu capital? Si puedes necesitar tu dinero en unos meses o años, decántate por depósitos a corto o medio plazo. En cambio, si prefieres a largo plazo, puedes abrir un depósito a plazo de cuatro años o más o una cuenta individual de ahorro a largo plazo.
Remuneración: ¿te compensa la remuneración en especie de algunos depósitos? ¿O la remuneración en efectivo? Si es así, compara tipos de interés y busca los más competitivos.
Los depósitos más seguros son aquellos que protegen el capital depositado, pues el ahorrador o inversor recupera su dinero.
Sí. De hecho, en Raisin tienes acceso exclusivo a depósitos a plazo fijo de diferentes bancos españoles y europeos.
Si cancelas un depósito antes del plazo de vencimiento, puede que la entidad te penalice. La penalización depende de cada banco y debe aparecer en el contrato. Generalmente, es la devolución total o parcial de los intereses.
Los intereses obtenidos con depósitos bancarios tributan en la base imponible del ahorro de la declaración de la Renta. Los tipos impositivos van del 19 al 30 %. En el caso de los depósitos en especie, tributarás por el valor del producto físico.