Perfiles de inversor: el inversor moderado
Conocer nuestro perfil de inversor es fundamental para poder invertir de forma inteligente. Si no lo tenemos en cuenta, podemos encontrarnos con que nuestras inversiones nos parecen poca cosa o, todo lo contrario, que nos den mucho miedo. Hoy, hablamos de ello y, en particular, del perfil del inversor moderado.
Índice
¿Qué son los perfiles de inversor?
Los perfiles de inversor son los diferentes modelos de inversor que pueden existir, atendiendo a una serie de características compartidas por todos ellos y que son variables de un perfil a otro.
Las características que se suelen tener en cuenta son las siguientes:
- Aversión al riesgo
- Plazo temporal de la inversión
- Situación financiera
- Necesidad del dinero que invierte
- Activos en los que se siente cómodo invirtiendo
Por supuesto, podemos añadir más características para hacer un perfil mucho más completo. Pero, en general, son estas las que se tienen en cuenta para determinar cuál es el perfil de inversor de una persona.
Atendiendo a ese tipo de características, podemos ver si una determinada persona tiene un perfil muy conservador (es decir, está poco dispuesto a asumir riesgos, aunque eso suponga una merma en la rentabilidad) o bien un perfil muy agresivo (está dispuesto a asumir muchos riesgos a cambio de una alta rentabilidad).
Y, a medio camino entre esos dos perfiles, encontramos al inversor moderado, que es del que vamos a hablar hoy.
¿Qué caracteriza al inversor moderado?
El perfil moderado tiene, sobre todo, las siguientes características:
- Equilibrio entre tranquilidad y crecimiento: La principal característica del inversor moderado es que busca el equilibrio. No quiere un crecimiento de patrimonio espectacular, pero es capaz de soportar ciertos vaivenes. Por lo tanto, se sitúa en un punto intermedio. Duerme bien por las noches, pero no sacrifica mucha rentabilidad potencial. Digamos que se encuentra en el término medio.
- Diversificación por tipo de activo: Para conseguir lo anterior, el perfil moderado diversifica entre tipos de activos. Generalmente, destina más de la mitad de su patrimonio a la inversión en renta fija, que le aporta tranquilidad, y, después, aporta un 30 o 35% a la renta variable u otros activos de riesgo similar, que son los que le permiten obtener un extra en rentabilidad. A diferencia de los perfiles conservadores o agresivos, no se queda con un único tipo de activo, sino que apuesta por ambos.
- Rentabilidad limitada, pero aceptable: Por todo lo anterior, el inversor moderado no se caracteriza por obtener unas rentabilidades extraordinarias, sino que consigue unas rentabilidades limitadas, pero que están razonablemente bien. Permiten batir con éxito a la inflación y generar un extra de rentabilidad con la que capitalizar el patrimonio. Y todo ello sin demasiado riesgo ni volatilidad por el camino.
¿Cuál es la mejor cartera para un inversor moderado?
Como hemos comentado anteriormente, la cartera de un inversor moderado suele presentar un buen equilibrio entre renta fija y renta variable. Sin embargo, una cartera con esos dos tipos de activo no es la mejor cartera posible para un inversor moderado.
Existen otros modelos de cartera que permiten disfrutar de una estabilidad aún mayor y una rentabilidad más que razonable. Es el caso, por ejemplo, de la cartera permanente.
La cartera permanente se caracteriza por tener un 25% de su inversión en acciones, un 25% en renta fija, un 25% en oro y un 25% en liquidez. De esta forma, ante cualquier movimiento del mercado, la cartera sufre cambios que permiten mantener la estabilidad y la rentabilidad.
Por ejemplo, cuando la renta variable lo hace mal, tienden a subir los bonos y el oro. Cuando la Bolsa lo hace bien, el dinero tiende a salir de la renta fija y del oro, por lo que éstos bajan. De forma que lo que se pierde, por un lado, automáticamente se recupera siempre por otro.
Además, dependiendo de las características de ese perfil moderado, se pueden añadir pequeñas variaciones para aumentar aún más la rentabilidad a cambio de asumir mínimamente un poco más de riesgo o viceversa.
Por ejemplo, podrías sobreponderar la renta fija en esas proporciones si quieres más tranquilidad, o podrías sobreponderar la renta variable si quieres más rentabilidad. Incluso podrías añadir un 1% en algo altamente especulativo, como Bitcoin.
Existen varias opciones. Lo importante es entender que la cartera permanente y sus pequeñas variaciones son la mejor aliada del inversor moderado.
Y, por supuesto, la mejor forma de construir una cartera permanente es haciendo uso de fondos índice, porque, con ellos, puedes invertir “en renta variable” o “en renta fija” en general, no en acciones o bonos concretos. Así, aumentas la diversificación y reduces el riesgo.
Los depósitos bancarios como alternativa de inversión
Frente a la inversión en bolsa, los depósitos bancarios son uno de los productos de ahorro preferidos por los inversores conservadores, ya que permiten obtener una rentabilidad moderada sin asumir riesgos de ningún tipo.
Todos los depósitos bancarios europeos están protegidos por los Fondos de Garantía de Depósitos de sus respectivos países. Las otras grandes ventajas de los depósitos es que su rentabilidad se conoce de antemano y su liquidez es máxima. Sin duda, factores muy valorados por un inversor conservador.