Las inversiones a corto o largo plazo: características y diferencias

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Una de las preguntas que debes hacerte antes de invertir es: ¿quiero una inversión a corto o largo plazo? Para responder tendrás que definir tus metas financieras. Si no lo haces, puede que te sientas frustrado por no generar el rendimiento que esperabas. Para evitarlo, familiarízate con la naturaleza de los vehículos de inversión, es decir, conoce las diferencias entre una inversión a corto plazo y una a largo plazo. 

En pocas palabras
  • Para elegir entre inversión a corto o largo plazo hazte las siguientes preguntas: ¿cuándo utilizaré mi capital? ¿Qué rendimientos me gustaría generar? ¿Qué riesgo quiero asumir? 
  • Elige una inversión a corto plazo si necesitas el dinero invertido en un futuro próximo. Si, por el contrario, no vas a necesitarlo en varios años, opta por una inversión a largo plazo.  
  • Una buena estrategia es hacer inversiones a corto y largo plazo. Así, conseguirás varias rentabilidades y tendrás diferentes tipos de riesgo. Por ejemplo, puedes invertir en la bolsa o contratar un plan de pensiones, pero también abrir una cuenta de ahorros que te genere un extra de dinero todos los meses.
  • Si eres un inversor conservador y quieres invertir con poco riesgo, abre un depósito bancario en un banco europeo.

Inversión a corto o largo plazo: ¿cuál te conviene?

Saber las diferencias entre estos dos tipos de inversión te ayudará a lograr tus objetivos financieros. Pero ¿cuáles son esos objetivos? Es esencial que los conozcas para poder elegir entre invertir a corto o largo plazo. 

Una inversión a largo plazo es una opción si no necesitas tu capital durante unos años y quieres obtener unos rendimientos más altos. En cambio, si quieres utilizar tu capital invertido en un futuro próximo, por ejemplo, para comprar una vivienda, elige productos financieros a corto plazo.

En Raisin siempre recomendamos diversificar, es decir, no poner todo el dinero en la misma cesta, esto es, combinar productos de inversión a corto y largo plazo. Además, al hacerlo también puedes elegir entre diferentes tipos de riesgo: desde productos bancarios más riesgosos hasta productos con muy poco riesgo. En cualquier caso, la inversión que más te conviene siempre va a depender de tus objetivos. Para definirlos, solo tienes que responder a estas preguntas: ¿cuánto dinero quiero generar? ¿Cuándo voy a necesitar el dinero invertido? ¿Qué riesgo quiero asumir?

Qué son las inversiones a largo plazo

Las inversiones a largo plazo son aquellas que mantendrás durante un largo periodo de tiempo. Al invertir a largo plazo puedes asumir más riesgo porque tienes un horizonte de tiempo más lejano, por lo que puedes optar por un fondo mutuo más agresivo para obtener la tasa de rendimiento más alta.

Si ya estás invirtiendo a largo plazo, ten en cuenta estos consejos: no entres en pánico cuando el valor caiga y evita vender si el mercado no está en su mejor momento. El mercado es cíclico y siempre se recupera de las caídas, aunque puede llevar un tiempo. Si te retiras cuando los precios son bajos, puedes perder parte del dinero que invertiste. Por eso, lo recomendable en estos casos es esperar un tiempo para que los precios se recuperen.

Sin embargo, todos los productos de inversión a largo plazo no son iguales: cada uno tiene un riesgo y, por lo general, cuanto más tiempo tengas tu dinero invertido, mayores serán los riesgos. Si necesitas el dinero en los próximos años, adopta un enfoque financiero más conservador para tus inversiones.

Las inversiones financieras a largo plazo son adecuadas para los inversores que quieran ahorrar para un objetivo a largo plazo, como la jubilación. Y es que, no obtendrás grandes ganancias si inviertes dinero a largo plazo y deseas utilizar los fondos para un objetivo a más corto plazo, como unas vacaciones.

Qué son las inversiones a corto plazo

Como su nombre indica, las inversiones a corto plazo son aquellas en las que se espera un beneficio a corto plazo. Son las preferidas de la mayoría de los españoles, pues el nivel de riesgo suele ser menor, y pueden ser tanto de renta fija como de renta variable. 

Un buen ejemplo son los depósitos a plazo fijo en los que el inversor deja su dinero al banco a cambio de un tipo de interés fijo. La rentabilidad es baja, pero el usuario se beneficia de la seguridad de la institución financiera. En esta opción el dinero no asume tantos riesgos como en otros tipos de inversión y, además, está protegido por los Fondos de Garantía de Depósitos nacionales hasta 100.000 € por depositante y banco.

Las cuentas de ahorro son otra opción para invertir a corto plazo con bajo riesgo. Son depósitos a la vista que podrás retirar en cualquier momento. Ofrecen un tipo de interés bajo, pero te dan la libertad de utilizar tu dinero cuando quieras.

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Diferencias entre inversiones a corto plazo e inversiones a largo plazo

Las principales diferencias entre los dos tipos de inversión son las siguientes:

Plazo de vencimiento

La diferencia más evidente es el plazo de vencimiento. Una inversión a corto plazo no suele ser de más de un año, por ejemplo, un depósito bancario o bonos del Estado. En cambio, una inversión a largo plazo siempre va a ser de varios años, como un plan de pensiones o invertir en bolsa

Necesidades de inversión

Aunque relacionado con el punto anterior, cada uno de estos tipos de inversión suele encajar más con un momento de la vida determinado. En otras palabras, a lo largo de la vida tendrás diferentes necesidades de inversión. Por ejemplo, cuando eres joven puedes elegir una inversión a corto plazo para generar un dinero extra para la señal de una vivienda. Después, utilizarás el capital invertido para pagarla o ir pagándola (en caso de haber optado por hipoteca). 

Si tienes más ahorros en el banco y estabilidad laboral, lo que suele ocurrir pasados los veinte o incluso los treinta, lo más probable es que prefieras productos financieros a largo plazo porque no necesitarás acceder al capital en un futuro próximo al poder vivir con tus ingresos activos. Si este es tu caso, te recomendamos combinarlos con inversiones a corto plazo. 

Riesgo

Toda inversión conlleva algún tipo de riesgo. En las inversiones a largo plazo el riesgo principal es la volatilidad, las fluctuaciones en los mercados financieros que pueden hacer que pierdan valor. Por otro lado, los vehículos de inversión a corto plazo pueden estar sujetos al riesgo del poder adquisitivo, esto es, que el rendimiento de tu inversión no se mantenga debido a factores como la inflación.

En definitiva, tanto las inversiones financieras a corto plazo como las que son a largo plazo tienen riesgos.

Consejos para invertir

Cuando ya sepas en qué vas a invertir, te recomendamos tener en cuenta los siguientes consejos tanto si vas a hacer inversiones a corto plazo como si optas por productos a largo plazo. 

  • Usa un planificador financiero para definir tus objetivos y el riesgo que puedes asumir como inversor. Esta herramienta también puede ayudarte a crear una cartera de inversiones que se alinee con esos factores.
  • Diversifica. Invierte en varios productos financieros y, a ser posible, de diferentes países. Así, conseguirás tener un buen equilibrio entre inversiones de mayor riesgo e inversiones de menor riesgo, como los bonos.
  • ¿Quieres alcanzar una meta financiera como pagar la educación universitaria de tu hijo o ahorrar para la jubilación? Entonces asume más riesgos y tendrás mayores rendimientos.

Vistas las principales diferencias entre invertir a corto o largo plazo, ¿ya sabes qué tipo de inversión prefieres? Si eres un inversor conservador, nuestro consejo es que elijas productos financieros que te den rentabilidad y garanticen el retorno de la inversión, como los depósitos bancarios.