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Mejor producto
¿Estás pensando en contratar un seguro de ahorro? Si te gustaría conocer en detalle este producto y comparar opciones con las que obtener una rentabilidad, sigue leyendo y descubre todo lo que debes saber.
Es un producto financiero comercializado por aseguradoras que puede darte una rentabilidad por tus ahorros.
Está pensado para complementar rentas futuras, como la pensión de jubilación.
Existen muchos tipos, y al elegir uno debes tener en cuenta los intereses, la prima, el plazo, el riesgo y las inversiones.
Recuerda que diversificar es importante. Puedes hacerlo con productos de bajo riesgo que te garanticen una rentabilidad, como los depósitos a plazo y las cuentas de ahorro.
Un seguro de ahorro es un producto financiero en el que el ahorrador confía cierta cantidad de dinero a una compañía aseguradora. La cantidad entregada a la aseguradora se llama prima, y será retenida durante un periodo de tiempo conocido y acordado de antemano, sin posibilidad de ser recuperada por parte del ahorrador antes de dicho vencimiento.
Al cabo de este periodo de tiempo, el ahorrador recupera la prima más una rentabilidad que normalmente está garantizada por la compañía aseguradora. Por otro lado, si el titular del seguro llegase a fallecer, tanto la póliza del seguro, como la prima y sus intereses devengados pasarían a formar parte del patrimonio de los herederos.
Estos productos de ahorro están pensados para el medio y el largo plazo. De hecho, su cometido principal es complementar otras rentas como las pensiones públicas de jubilación o sufragar futuros costes que puedas tener.
Estas son las características que debes tener en cuenta a la hora de elegir un seguro de ahorros:
Tipo de interés: es la rentabilidad garantizada al cliente por parte de la aseguradora al contratar el seguro de ahorro. Esta puede ser fija o variable y dependerá de diferentes variables como el plazo o el tipo de inversiones que realice la aseguradora.
Prima: las primas son las aportaciones monetarias por parte del ahorrador al seguro de ahorro. Estas primas pueden tener un carácter puntual o periódico (trimestrales, semestrales, anuales). En todo caso, esto queda reflejado en el contrato con la aseguradora antes de su entrada en vigor.
Plazo: periodo en el que no se puede retirar ninguna de las aportaciones al seguro, ya que conllevaría una sanción o penalización.
Riesgo: el peligro de este tipo de productos es bajo, ya que las compañías aseguradoras tienen que hacer provisiones para posibles impagos. No obstante, en caso de insolvencia no existe un fondo estatal que garantice la devolución de las inversiones, sino que la responsabilidad recae en la aseguradora.
Inversiones: la empresa a la que contrates el seguro de ahorro hará diferentes tipos de inversiones. Estas podrán ser más o menos arriesgadas, algo que conviene verificar antes de contratar el seguro.
Liquidez: al no poder retirar el capital principal sin ninguna sanción antes del vencimiento, no es un producto muy líquido.
Estos son algunos tipos de seguro de ahorro:
Plan individual de ahorro sistemático (PIAS): este tipo de seguro de ahorro está diseñado para dotar de una renta vitalicia al ahorrador cuando venza el contrato del seguro, que suele ser tras la jubilación. Este producto tiene ventajas fiscales y es bastante flexible, ya que no requiere de aportaciones periódicas.
Plan de previsión asegurado (PPA): también está creado para complementar la pensión de jubilación y tiene un régimen bastante parecido al de los planes de pensiones. Este producto garantiza unos intereses y un capital determinado tras el vencimiento.
Seguro individual de ahorro a largo plazo (SIALP): este plan de ahorro ofrece la devolución del capital principal más unos intereses que pueden ser fijos o variables. La gran ventaja del SIALP es que está libre de tributación si se cumplen ciertos requisitos.
Fondo de seguro diversificado: un unit linked es una seguro de ahorro e inversión que entraña ciertos riesgos. Parte de las aportaciones se destinan a las primas del seguro y el resto a la inversión en los diferentes activos financieros que ofrece la aseguradora. En este caso, la rentabilidad no está asegurada.
Una de las ventajas de los seguros de ahorro es la posibilidad de obtener unos intereses sin exponerse a demasiado riesgo. Además, puedes elegir entre diferentes tipos de seguro de ahorros con distintos niveles de rentabilidad y riesgo.
Por otra parte, con el seguro de ahorro puedes disfrutar de ventajas fiscales dependiendo del tipo de producto que elijas, la cuantía de las primas, y el momento en que rescates el capital principal. Los seguros que disfrutan de mayores ventajas fiscales son los PIAS y los SIALP, entre otros.
Otra ventaja es que en caso de fallecimiento del asegurado, los beneficiarios de la herencia reciben, además del capital principal y los intereses, una póliza que es aportada por la aseguradora. Esta póliza puede cubrir otras eventualidades como accidente, enfermedad grave o dependencia del titular.
Aunque los seguros de ahorro y los depósitos bancarios tienen características similares, cabe destacar sus principales diferencias:
Los seguros de ahorro son ofertados por compañías aseguradoras, mientras que los depósitos bancarios son productos de ahorro de bancos.
La supervisión del seguro de ahorro corre a cargo de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones del Ministerio de Economía. En el caso de los depósitos bancarios, el organismo encargado de su regulación es el Banco de España.
Los depósitos bancarios están respaldados por el Fondo de Garantía de Depósitos, que cubre hasta 100.000 euros por cliente y entidad. En cambio, los seguros de ahorro no están respaldados por ningún fondo, quedando su devolución a expensas de la solvencia de la empresa aseguradora. Tampoco garantizan una cuantía mínima de reembolso. Con todo, las aseguradoras están sometidas a una fuerte regulación y supervisión para evitar este tipo de situaciones.
Para elegir un seguro de ahorros debes poner el foco de atención en los aspectos que los diferencian:
Si eres un inversor conservador con alta aversión al riesgo, elige productos que garanticen una rentabilidad y unas rentas aseguradas como los planes de previsión asegurados.
Si eres un inversor moderado o agresivo y deseas obtener un mayor rédito de tus ahorros, puedes optar por los Unit Linked, ya que podrás personalizar tu cartera de inversión.
Si quieres tener algunas ventajas fiscales, echa un vistazo a los PIAS y los SIALP. Eso sí, infórmate y asegúrate de cumplir con todos los requisitos.
El plazo también es importante, ya que durante ese periodo no podrás acceder a tus ahorros. Por este motivo, es vital no tener que depender de esos fondos bajo ninguna circunstancia.
Analiza las comisiones de cada seguro de ahorro con detenimiento, y comprueba la rentabilidad real del producto, descontando las comisiones y los costes asociados.
Por último, recuerda que la mejor estrategia de inversión es la diversificación. Es decir, contratar varios productos que te den una rentabilidad. Además de los seguros de ahorro, puedes obtener intereses con productos de bajo riesgo, como depósitos y cuentas remuneradas de bancos europeos.