¿Tienes dudas sobre el mercado de valores? Probablemente hayas escuchado todo tipo de advertencias y consejos para invertir en bolsa. Pero ¿sabes dónde invertir en bolsa y cómo empezar? Te contamos cómo invertir en la bolsa de valores para principiantes.
Antes de empezar a invertir en bolsa, conoce tu perfil de inversor. La bolsa te permite obtener una rentabilidad, combatir la inflación y diversificar tu cartera.
Establece tus objetivos, regístrate en un bróker y selecciona la bolsa en la que quieres operar.
En la bolsa no solo puedes invertir en acciones, también en derivados, fondos cotizados, etc.
Diversifica con productos de ahorro como los depósitos a plazo fijo y las cuentas de ahorro.
Antes de lanzarte a invertir en bolsa, define tu perfil de inversor. Hacerlo es más importante de lo que puede parecer a simple vista, pues puede que no estés invirtiendo en activos financieros que se ajusten a tus preferencias y necesidades.
Dicho esto, la inversión en bolsa es una buena opción para inversores moderados e inversores agresivos, o lo que es lo mismo, para aquellos que sí están dispuestos a asumir riesgo en sus inversiones. En función de las acciones elegidas y del tipo de inversión, por ejemplo, invertir con apalancamiento financiero siempre implica un riesgo más alto que hacerlo sin él, asumirás un nivel de riesgo u otro.
Si buscas una rentabilidad y tienes alta aversión al riesgo, sería recomendable que optes por otras opciones, como cuentas remuneradas o depósitos bancarios.
Invertir en bolsa puede ser una opción interesante y estas son las principales razones para empezar a hacerlo:
Puede darte una rentabilidad: la inversión en bolsa te puede dar rentabilidades más altas que otras alternativas. Sin embargo, una rentabilidad más elevada suele implicar un mayor riesgo. Además, por lo general, la bolsa puede darte rentabilidades superiores a largo plazo.
Para combatir la inflación: si no obtienes un beneficio de tu capital, perderás poder adquisitivo porque cada vez podrás comprar menos cosas con tu dinero. En otras palabras, cualquier inversión puede ayudarte a combatir la inflación y la bolsa no es una excepción. Si logras obtener ganancias al invertir en bolsa, podrás mantener tu poder adquisitivo.
Es una forma de diversificar: no es ningún secreto que diversificar tu cartera de inversión es el consejo que te dará cualquier experto en la materia. Por tanto, puedes operar en la bolsa de valores para diversificar tu cartera. A modo de ejemplo, si hasta ahora solo has optado por invertir en criptomonedas, añade instrumentos con menos riesgo como acciones de empresas estables o productos de ahorro que te permitan beneficiarte del interés compuesto.
Es una inversión líquida: invertir en bolsa es un tipo de inversión líquida porque puedes recuperar tu dinero cuando lo necesites, es decir, comprar y vender títulos es fácil y rápido. Esto es una diferencia respecto a otros productos con plazo de vencimiento, como los depósitos estructurados.
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Antes de empezar a invertir en bolsa hay varios aspectos que debes tener en cuenta:
Monto: ¿qué capital quieres destinar a tu inversión en bolsa? Además, también sería recomendable que respondieses a la pregunta cuánto dinero estás dispuesto a perder si la inversión no sale como esperabas.
Comisiones: hay varias comisiones que tendrás que pagar, y que afectarán al beneficio neto. Algunas de estas comisiones son las de compraventa del bróker, las de custodia de valores y por los pagos de los dividendos. No olvides que pueden variar.
Si ya has decidido que la inversión en bolsa encaja con tu perfil de inversor, estos son los pasos que debes seguir para empezar a invertir en bolsa:
Elige un bróker: ¿dónde invertir en bolsa? Necesitas un intermediario o bróker financiero. Recuerda que cada uno ofrece unos servicios y unas comisiones, por eso, tendrás que revisar las características para elegir el que más se adapte a tus necesidades. Asegúrate de que disponga de la licencia pertinente para operar en España.
Establece tus objetivos: antes de usar el bróker, define tus objetivos. ¿Quieres que sea una inversión a corto o a largo plazo? ¿Qué rentabilidad te gustaría conseguir y qué riesgo estás dispuesto a asumir? Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a elegir los activos.
Empieza a invertir en bolsa: una vez tengas una cuenta en un bróker y hayas depositado dinero en ella, solo tendrás que elegir las acciones de una empresa y las bolsas en las que quieres invertir.
El último paso merece una mención aparte porque se trata de diversificar, esto es, no poner todos tus ahorros en la misma cesta para equilibrar el riesgo total de tu cartera. Una forma de hacerlo es con acciones de diferentes industrias y países, y depositando parte de tu dinero en opciones menos riesgosas.
Por ende, puedes invertir en bonos verdes o contratar depósitos a un año para diversificar. Estos últimos tienen un indicador de riesgo de 1 sobre 6, y hasta 100.000 € por depositante y banco están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos nacional.
¿No sabes dónde invertir en bolsa? A continuación puedes ver algunas opciones.
A la hora de invertir en bolsa, es probable que te venga a la cabeza el IBEX 35, el índice bursátil de la bolsa española. Invertir en el IBEX 35 es sinónimo de invertir en las 35 empresas más cotizadas del país, pero también puedes optar por mercados internacionales.
Entre las opciones más populares están el Nasdaq, la segunda bolsa de valores más grande de Estados Unidos (después de la Bolsa de Nueva York), y el S&P 500, uno de los índices bursátiles más importantes de Estados Unidos.
Aunque invertir en bolsa se suele asociar a las acciones, en las bolsas de valores también se negocian otros activos, como renta fija (deuda pública y privada) y fondos cotizados. Si quieres invertir en bolsa y diversificar, puedes optar por acciones y Bonos y Obligaciones del Estado, por ejemplo.
En realidad, para saber dónde invertir en bolsa es imprescindible que tengas unos objetivos bien definidos y que sepas qué riesgo quieres asumir. Si tienes alta aversión al riesgo, sería recomendable que optes por la renta fija, pero si estás dispuesto a perder todo o parte del capital, puedes optar por derivados financieros, acciones, etc. Sea cual sea tu elección, recuerda tener un fondo de emergencia al que poder recurrir si pierdes más dinero del que esperabas.